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LALIGA EA SPORTS

Isco, en la mesa de las estrellas

Isco acompaña a cuatro jugadores más en una selecta lista

Isco sólo se ve de verdiblanco

Isco sólo se ve de verdiblanco / EFE

La temporada 2024/25 de LaLiga ha dejado grandes historias, pero pocas tan impactantes como la de Isco Alarcón, quien no solo ha recuperado su mejor versión, sino que ha superado todas las expectativas. En un contexto cada vez más exigente, el malagueño se ha consolidado como uno de los cinco únicos futbolistas que han logrado firmar una campaña con al menos 7 goles y 7 asistencias, una cifra que refleja tanto eficacia individual como generosidad colectiva.

Tras años de altibajos, lesiones y pasos por equipos donde no logró continuidad, Isco ha reencontrado su fútbol y se ha convertido en una pieza esencial de su equipo. Su inteligencia táctica, visión de juego y calidad en el último pase han sido fundamentales para que su nombre vuelva a estar en boca de todos. Más allá de los números, lo que ha maravillado es su impacto directo en el juego, su capacidad para conectar líneas, liderar el ritmo ofensivo y aparecer en los momentos decisivos.

En medio de una competición dominada por la juventud, la velocidad y la intensidad, el regreso de Isco ha sido un tributo al talento puro y al juego con pausa, lectura y precisión. Ha demostrado que no todo es vértigo en el fútbol moderno; la elegancia, si se acompaña de compromiso y forma física, sigue marcando la diferencia. Con actuaciones constantes y una influencia creciente jornada tras jornada, el mediapunta ha sido el verdadero cerebro creativo de su equipo.

En una mesa privilegiada

Junto a él, tan solo un puñado de estrellas han alcanzado esa élite estadística en LaLiga: Lamine Yamal, Vinícius Júnior, Raphinha y Jude Bellingham. Todos ellos representan diferentes generaciones, estilos y roles dentro del campo, pero comparten con Isco la capacidad de decidir partidos tanto con goles como con asistencias.

No obstante, la historia más inspiradora es la de Isco. Su temporada no solo se cuenta en números, sino en sensaciones. Ha recuperado la sonrisa, el protagonismo y, sobre todo, el respeto de una liga que alguna vez lo vio brillar y que ahora lo celebra como uno de sus grandes nombres. Si alguien dudaba de que aún le quedaban capítulos por escribir en el fútbol de élite, esta temporada ha sido su respuesta.