El doble aviso de Rusia 2018

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Luis Enrique celebrando la victoria

Luis Enrique celebrando la victoria / EFE

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Entre su sinuoso recorrido por la primera fase, del atracón de goles ante Costa Rica (7-0) a los tres minutos eliminada en la derrota contra Japón (2-1), pasando por el 1-1 con Alemania, España está advertida de la dimensión y la exigencia del Mundial 2022.

Aún más cuando asoman ya Marruecos, con el que sólo empató a última hora hace cuatro años, y los octavos de final, con el aviso reciente de la derrota en los penaltis contra Rusia en 2018.

"Sufrimos el pánico de estar fuera, no lo voy a negar, pero hemos hecho merecimientos para estar en octavos. El toque de atención nos vino muy bien, pero estamos recuperados, con alegría y afrontamos los octavos con máxima ilusión", explicó este domingo Rodri Hernández.

Con Rusia en el recuerdo

Ese mismo pánico también lo sufrió España hace cuatro años... Contra Marruecos, el rival que lo aguarda ahora en los octavos de final. Entonces fue en la última jornada del grupo, cuando la selección española dirigida por Fernando Hierro, que reemplazó a Julen Lopetegui tras su abrupta salida, también se movió entre los vaivenes en la primera fase, con un 3-3 ante Portugal y un triunfo mínimo ante Irán (1-0), con un gol de rebote de Diego Costa.

Marruecos la puso al borde del fracaso en Kaliningrado. Ya estaba eliminada la selección africana, que miró sin complejos al equipo español, lo compitió y lo desbordó por momentos, incluso. El 2-2 de Iago Aspas, al borde del final, en el minuto 92, con la revisión y el suspense del VAR, alivió a España, que se encontró con el primer puesto sin querer, por el gol con el que Irán igualó a Portugal (1-1) en el tiempo añadido.