La polivalencia de Valverde da oxígeno a Ancelotti para la remontada del Real Madrid

El uruguayo, a medias entre el extremo y el interior, brilló como mediocampista en San Mamés y oxigenó una medular castigada antes por el cansancio

En el Real Madrid esperan recuperar su versión excelsa previa al Mundial, con cuatro goles y una asistencia en siete partidos

El centrocampista del Athletic Nico Wiliams efectúa un pase ante el centrocampista uruguayo del Real Madrid Fede Valverde durante el partido de LaLiga que se disputa este domingo en San Mamés.

Fede Valverde busca recuperar su versión pre Mundial / EFE

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El Real Madrid ha cosechado dos resultados buenos de manera consecutiva. La remontada en octavos de final de la Copa del Rey contra el Villarreal y la victoria contra el Athletic en Liga. Dos actuaciones que han servido para reconducir el rumbo del equipo de Carlo Ancelotti, que venía de atravesar un momento delicado tras caer en la Supercopa de España ante el FC Barcelona y tropezar en Liga precisamente contra el Submarino Amarillo en La Cerámica. 

Una de las claves de aquel mal momento post Mundial por el que han pasado los blancos fue la desaparición de Fede Valverde. Sin embargo, en estos dos últimos choques el uruguayo ha vuelto a dar fogonazos de calidad. En San Mamés lo hizo como un centrocampista más. Ancelotti lo esgrimió para blindar la medular con Camavinga y Ceballos y la fórmula funcionó. A lomos de la polivalencia de ‘El Pajarito’, el técnico italiano ha recuperado argumentos tácticos para soñar con la remontada en Liga. 

Recuperar la mejor versión de Valverde

El uruguayo llegó a rendir al nivel de los mejores del mundo en los primeros meses de la temporada. Tenía una marcha más. En un primer momento del curso, entre finales de agosto y finales de septiembre, Fede enganchó una brillante racha con cuatro goles y una asistencia en siete partidos. Entre mediados de octubre y principios de noviembre, Fede Valverde tuvo otro pico de forma con cuatro goles y una asistencia en cinco partidos. Números que le llevaron a ser el jugador que más tantos había conseguido desde fuera del área en las grandes ligas europeas. Para muchos era uno de los jugadores más determinantes del planeta. 

Y se marchó al Mundial de Qatar como uno de los candidatos al MVP del torneo. Sin embargo, Uruguay fracasó con estrépito y Fede se marchó a casa en la primera fase. Eso provocó un parón a su buen momento de forma y un golpe anímico que se ha unido a otras malas noticias que ha tenido que afrontar en las últimas semanas en el ámbito personal.  

Del extremo al centro del campo

En el inicio de curso Valverde partía desde una posición bastante adelantada, actuando generalmente como extremo derecho en la línea atacante junto a Benzema y Vinicius, y con Rodrygo actuando en lugar del delantero francés cuando este estaba lesionado. Con metros para correr y con muchas oportunidades de sacar su impresionante disparo, se hizo imparable.  

Ancelotti no ha perdido la fe en el jugador y, de hecho, ha contado con él en los siete partidos que ha disputado el Real Madrid después del parón, siendo titular en seis de ellos y acabando el encuentro en cuatro, precisamente los últimos ante Valencia, Barcelona, Villarreal y Athletic Club. Eso sí, el italiano ha decidido reconducir sus virtudes para arropar a la medular y, de paso, protegerlo a él mismo. Rodeado de otros medios, minimiza errores que en el extremo, sin tanta compañía estaba repitiendo tras el Mundial

De La Cerámica a San Mamés. Con errores detectados. Un bache superado, una crisis esquivada, pero decisiones que adoptar para asentar el cambio. Porque a Ancelotti no le tembló el pulso para sentar en el banquillo a dos centrocampistas que son historia del club, Luka Modric y Toni Kroos. No a Valverde. Nadie ganó tanto como ellos en 121 años del club. El rumbo de las decisiones del técnico italiano viró hacia la meritocracia y también hacia la enésima reinvención de un jugador multiusos sobre el que se asienta uno de los pilares en la nueva buena imagen del Real Madrid.