La España de Luis Enrique se estanca y registra los peores datos desde la era Clemente

En Betfair, la selección sigue siendo la cuarta mejor posicionada para ganar el Mundial, pero los últimos partidos reflejan una tendencia negativa.

Brasil se consolida como la selección que genera más probabilidad para vencer en Qatar lo que sería el primer título de una selección no europea desde 2002.

Luis Enrique, atento durante el partido ante Portugal

Luis Enrique, atento durante el partido ante Portugal / EFE

Betfair

Luis Enrique no da con la tecla para construir un equipo sólido. Es lo que dicen sus últimos resultados. A seis meses del Mundial de Qatar, la vulnerabilidad defensiva se mantiene como el gran talón de Aquiles de España. Asociada a la necesidad de asumir riesgos que conlleva la atrevida propuesta del seleccionador, la endeblez mostrada en el Sinobo Stadium de Praga (2-2) fue preocupante por la clarividencia con la que centrocampistas y atacantes checos ejecutaron su plan en los contragolpes.

Luis Enrique no focalizó los dos goles encajados en los errores individuales, sino en la descoordinación a la hora de ejecutar la presión. “Ha habido desajustes al presionar. Eso ha propiciado que entrasen jugadores de segunda línea. No sólo hay que hacer vigilancias, sino bascular”, explicó en la sala de prensa posterior al partido. La realidad es que en los pronósticos de Betfair, España se estanca en la cuarta plaza entre las favoritas y selecciones como la de Argentina acecha en el quinto lugar con una tendencia más positiva.

Según los pronósticos de Betfair, que España gane el Mundial alcanza una probabilidad implícita del 11,1% mientras que, por ejemplo, lo haga Argentina llega al 10%. Argentina es un fiel reflejo del cambio en los últimos días ya que ha generado una probabilidad más grande de éxito después de los últimos partidos mientras que España se mantiene en la misma dinámica. Que Brasil gane el Mundial alcanza una probabilidad implícita del 16,7% y es la selección que permanece con el mejor índice de probabilidad desde hace meses.

Confianza plena en Gavi

El asturiano ha construido un equipo voraz en la presión y coral en el juego. No hay estrellas destacadas, ni en ataque ni en defensa, pero la irregularidad es evidente. Y nadie es indiscutible. Lo advertía el propio técnico después del partido ante Portugal. Pero lo hacía al tiempo que elogiaba a Gavi: “Indiscutible no es, porque en la selección no los hay. Cualquiera que viene aporta. Con él tengo la sensación de que todavía es un desconocido en el fútbol español, incluso para gente que le tiene cerca. No solo es defensa, es un interior puro muy especial. Es un jugador único”, señala.

Del éxito de estos jóvenes va a depender mucho el éxito de España en Qatar. Gavi, que es una apuesta personal del seleccionador y le hizo debutar con 17 años, fue el mejor en el partido ante los lusos. Él robó la pelota y dirigió la contra en la jugada del gol de Morata. Y fue el más incisivo en ataque, además de comprometido en defensa. Tanto que se retiró con calambres por el esfuerzo y el calor reinante. Será fundamental su rendimiento en el Mundial para que España mejore sus datos.

Peor incluso que Iñaki Sáez

Si miramos a los números, la realidad es que Luis Enrique está por detrás de sus predecesores. La España de Luis Enrique ha logrado un 57,5 por ciento de victorias, es el más bajo de cualquier seleccionador español en el siglo XXI. Con Vicente del Bosque (114 encuentros), que supo sacar partido a la mejor generación de nuestra historia, España alcanzó un 76,3 por ciento de victorias.

Luis Aragonés (54) y Julen Lopetegui (20) llegaron hasta el 70. Incluso Iñaki Sáez (23 encuentros y un 65,2 por ciento y José Antonio Camacho (44 y 63,6 por ciento) superan en este sentido los números del asturiano.

Lo más reciente y parecido a la España de Luis Enrique sería el 58 por ciento que logró Javier Clemente en los años 90 (dirigió 62 duelos) o el 51% de Miguel Muñoz (63) en los 80. De estos dos primeros encuentros de la Liga de Naciones 2022 queda una sensación devastadora en la afición: la selección necesita crear diez ocasiones para hacer efectiva una… y el rival muy poco para marcar la suya. Ese balance estadístico entre ataque y defensa es tan preocupante como la poca solidez de la defensa adelantada en Praga.