Robinho, Pato, Balotelli o Adu, los otros Vinicius que no triunfaron

Con el hype de Vinicius en su momento de máxima efervescencia, analizamos otros jugadores que no llegaron a cumplir con las expectativas que se generaron con sus carreras.

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Vinicius Jr. vive uno de esos momentos que todo futbolista sueña alguna vez en su carrera. Se ha convertido en titular indiscutible en el Real Madrid, atemoriza a las defensas rivales, recibe ovaciones del Bernabéu y hasta marca goles. Lo que era su gran tara hasta hace no mucho, ahora se ha convertido en un sello de identidad que le ha llevado a batir su plusmarca anotadora en la Liga con cinco goles en apenas seis jornadas. Pocos dudan ahora del brasileño, pero no está de más preguntarse qué habría sido de su carrera si hubiese llegado Kylian Mbappé este mismo verano.

El extremo, a sus 21 años, disputa su tercera temporada como jugador blanco y parece que esta es la de su confirmación. Otros no pueden decir que hayan tenido tanta suerte, o paciencia, como la que el Real Madrid ha prestado a un Vinicius que ahora empieza a repartir dividendos quedándose esos 45 millones de euros que se pagaron por su fichaje hasta baratos. Repasamos a continuación la carrera de otros delanteros que prometieron mucho de jóvenes, pero que no alcanzaron el nivel que se esperaba de ellos.

Robinho

Para muchos, este extremo brasileño fue el primer Vinicius. Su debut, con 21 años frente al Cádiz, le colocó en la cúspide del fútbol español en unos tiempos dominados por Ronaldinho. Robinho tenía una tremenda habilidad para desbordar rivales, aunque fallaba a la hora de la verdad en la definición y especialmente en el liderazgo. Quizá haya sido un jugador muy parecido a Vini en cuanto a talento para hacer slaloms, pero es que encima tenía más gol. Se despidió del Real Madrid tras tres temporadas y 35 dianas en su haber seducido por el dinero del Manchester City. Nunca llegó a cumplir lo que prometió en la noche de debut en el Carranza, aunque es cierto que Ronaldinho le puso el listón altísimo.

Pato

Se hizo el amo de Milán con apenas 17 años logrando nueve goles en su estreno en la Serie A. Su evolución siguió por buen camino hasta los 21 años cuando las lesiones y la noche lombarda hicieron que su juego no alcanzara las expectativas que levantó en su momento. Pato tenía mucho talento, era un delantero rapídisimo y con máximo olfato, pero se perdió por el camino. Sólo en Brasil volvió a enderezar su carrera para que el Chelsea le diese una segunda oportunidad que tiró por la borda en Europa. En el Villarreal dejó buenas sensaciones en una vuelta, pero eso le sirvió para dar la espantada y firmar un contratazo en China para seguir engordando una cartera que ha sido objeto de estudio por todo lo atracado.

Balotelli

Supermario fue otro talento prematuro incomprendido. El italiano fue la gran esperanza del Inter de Milán durante años. Luego admitió que realmente era del Milán para conseguir marcharse a la Premier League donde fracasó en el Manchester City y en un Liverpool que se gastó gran parte del dinero que ingresó de Luis Suárez para ficharle. Por supuesto que tras fracasar ha vuelto a levantarse, aunque en ligas menores como la francesa donde pasó de marcar 26 goles en una temporada con el Niza y ninguno en la siguiente. Actualmente deambula por Turquía en busca de reflotar su carrera para conseguir un último gran contrato lucrativo.

Freddy Adu

El nuevo Pele fue un completo fracaso. Debutó con 14 años en la MLS batiendo todo tipo de récords de precocidad. En Europa todos los grandes le seguían la pista y aterrizó en el Benfica con la mayoría de edad recién cumplida en busca de rubricar todos los informes técnicos que se tenían de él desde pequeño. Adu resultó ser un auténtico fiasco y empezó a ser cedido a clubes que tenían que verlo con sus propios ojos como el AS Mónaco, Os Belenenses, Aris de Salónica o el Rizespor turco. El delantero no volvió a jugar con el Benfica y finalmente en 2011 se volvió para Estados Unidos en busca de enderezar su carrera. Desde entonces se le conocen bolos temporales en ligas como la serbia, finlandesa, brasileña o sueca. Un juguete roto en toda regla.