Haaland, la bestia ya anda suelta por la Premier

Erling Haaland se estrenó con un doblete en la Premier League frente al West Ham. El nórdico recuperó la confianza tras la Community Shield

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Pocas veces un delantero puede resultar tan decisivo en el devenir de un partido. Erling Haaland se empeñó en silenciar a los críticos siendo el autor de los dos goles del triunfo del Manchester City en casa del West Ham. El nórdico se comió y guisó él solito a los londinenses con un clínic de potencia y definición.

Haaland fue nombrado el mejor jugador En total disparó hasta cinco veces obligando a Fabianski a sacar lo mejor de su repertorio. El ex del Arsenal, sin embargo, no pudo hacer nada para detener un arranque de potencia de Haaland en el minuto 36.

Gundogan le sirvió un balón al hueco y el delantero esquivó al portero para sacarle un penalti que él mismo transformó engañándole con un disparo sutil a la izquierda. El jugador no dudó ni un segundo en asumir la responsabilidad y eso que su compañero Kevin de Bruyne lo quería por galones.

Una vez quitada la presión, Haaland demostró que a campo abierto es un toro. En una secuencia similar a la de la primera parte, esta vez con De Bruyne como socio, Haaland arrancó la moto al espacio, se perfiló para su zurda y al estilo Ronaldo Nazario anotó raso ante la salida de Fabianski.

Guardiola echó el freno

El nórdico quería más y más en busca de su hat-trick, pero Guardiola decidió quitarle antes de que se consumase su ascensión estelar. Haaland hizo un partidazo que le valió el premio al mejor jugador del choque por parte de la Premier League.

En el choque, además de los cinco disparos totales de los 14 del City, acertó con el 91,3% de los pases mejorando ostensiblemente esta estadística de su encuentro de debut ante el Liverpool, donde apenas completó el 77,8% de los pases. Guardiola puede sonreír porque su monstruo crece cada día que pasa.

No sabemos si la Premier ya tiene gran favorito a revalidar título, lo que sí es evidente es que Haaland va a marcar un antes y un después en el City. El equipo no había visto a un tipo tan voraz en su vida. Atrás quedan los tiempos de pechos fríos como Sterling o Gabriel Jesús. Erling sólo quiere sangre.