Mucho flow y mucha hambre en la selección española

El equipo de Luis Enrique venció y convenció ante Islandia por un espectacular 5-0. Morata volvió a reencontrarse con el gol tras un tiempo cuestionado en la Juventus

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Que empiece mañana mismo el Mundial de Qatar. Esa fue la sensación con la que la selección española se marchó de Riazor tras golear a Islandia por 5-0. Los pupilos de Luis Enrique emplearon un juego de alto octanaje para hacerse con un triunfo que disipa cualquier tipo de duda tras la apurada victoria ante Albania por 2-1. El asturiano cambió el equipo por completo dejando únicamente a Morata como heredero de un once que no terminó de cuajar en el RCDE Stadium. En Galicia, la cosa fue bien diferente.

Hacía tiempo que España no se metía un festival así. Hay que remontar al 6-0 a Alemania en la Liga de Naciones -con Covid de por medio- para recordar un triunfo tan solvente de los nuestros en territorio nacional. Vale que Islandia ya no es aquel equipo que lo petó en la Eurocopa de 2016, pero los nórdicos mantienen un espíritu aguerrido y combativo de antaño que hizo sudar a los nuestros hasta que abrieron la lata.

Morata lo hizo con un doblete en apenas 181 segundos demostrando que España tiene hambre, muchísima. Los nuestros mordieron de lo lindo a unos islandeses que en algunas fases se contentaban con dar cuatro pases seguidos. La presión asfixiante liderada por un intenso Carlos Soler que hizo buenas migas con Marcos Llorente en la medular. Ojo a esos dos porque como se descuiden mucho Busquets y compañía les pueden comer la tostada.

España brilló gracias a Morata, pero también al descaro de los extremos. Tanto Dani Olmo como Yeremi Pino -autor de un gol como internacional con apenas 19 años- dieron buena cuenta de la competitividad que existe en el equipo nacional. La entrada de Pablo Sarabia -autor de un doblete y además asistente- remarcó que Luis Enrique tiene mucho fondo de armario y que aquí nadie es indiscutible salvo Morata. España jugó a placer la segunda mitad despertando 'olés' en unas gradas del Deportivo que añoran el fútbol de élite.

A apenas siete meses del Mundial, Luis Enrique ya conoce más o menos lo que puede encontrarse en el Mundial con España como cabeza de serie en el primer bombo. Los nuestros pueden tener problemas con un bombo dos en donde Alemania y Países Bajos emergen como los 'cocos' a evitar. 'La Roja' sin embargo tiene poco o nada que temer saliendo como lo hizo en Coruña. El equipo funcionó como un bloque fuerte, unido y con mucho 'flow', tal y como explicó el seleccionador. Hay equipo para soñar. Lo de las semifinales de la Eurocopa no fue un espejismo ni mucho menos.