Análisis Samsung Galaxy Z Flip 3 5G: Una gran mejora de la experiencia flexible

La firma surcoreana parece haber encontrado la estrategia perfecta en cuanto a la oferta de productos del sector de la telefonía. Si nos vamos a la gama más alta de Samsung, ahora vemos que se diferencian entre dispositivos anuales y con todo tipo de lujos, y los más orientados a la innovación, dirigidos al público más exigente y con sed de curiosidad tecnológica. Son los Galaxy Z Fold y Z Flip los que encajan en el último grupo mencionado. Y es que ha pasado ya un tiempo desde que Samsung se estrenaba como referente en cuanto a dispositivos móviles con pantallas flexibles. Perfilando la técnica, la compañía sigue apostando por este tipo de novedosas tecnologías. Hoy hablamos de uno de esos dispositivos, el Samsung Galaxy Z Flip 3 5G, el cual hemos probado y que hoy os contaremos nuestra experiencia con el mismo. 

El Z Flip surgió como una manera de volver a traer aquellos móviles ‘de concha’ que tanto triunfaron en épocas pasadas, pero adaptados a las nuevas tecnologías. Y es que tiene sentido que a día de hoy exista este terminal si ahora contamos con un panel flexible, ya que el formato de Smartphone tradicional se mantiene, mientras que además de ello lo podemos plegar y transformarlo en un objeto más compacto para nuestros bolsillos. Siempre he pensado que la gama Fold era bastante más útil por su mayor carácter productivo, contando con una pantalla que se amplía, pero al tener en las manos un Z Flip, entiendo por qué a la gente le puede llegar a interesar este tipo de dispositivos. Si bien actualmente no son terminales que todo el mundo pueda permitirse, si les veo sentido sobre todo a largo plazo, cuando se busquen formas más atrevidas de aprovechar la tecnología de pantallas flexibles y se normalicen para que la gente pueda hacerse con uno de ellos a un precio más económico. Pero en fin, estamos para contaros cuál ha sido nuestra experiencia con el Z Flip 3 5G en concreto, así que antes de dar paso a ello, os dejamos con una tabla donde se resumen las principales especificaciones técnicas del dispositivos. 

DISEÑO ELEGANTE Y FUNCIONAL

Es evidente que lo más interesante a debatir en este dispositivo es su diseño. Como mencionábamos más arriba, la gama Flip apuesta por plegar un Smartphone de formato estándar y transformarlo en uno más compacto. La principal ventaja de esto es el espacio. Ya que, aunque quede más grueso plegado, generalmente podremos guardarlo sin necesidad de disponer demasiado espacio. Su diseño es increíblemente elegante, y los distintos colores en los que está disponible este terminal ayudan a concluir de esta manera. Con ese contraste entre el color del dispositivo y el negro del panel secundario, sus bordes metalizados y redondeados y un diseño de bisagra que derrocha confianza, posiblemente sea uno de los dispositivos más elegantes y carismáticos de Samsung. 

El dispositivo dispone de dos pantallas. Su principal es un panel flexible Dynamic AMOLED 2X de 6,7 pulgadas, resolución FHD+ y frecuencia de 120Hz, mientras que plegado hacemos uso de su panel secundario de 1,9 pulgadas AMOLED. La versatilidad que ofrece el pasar de una pantalla a otra es total, además de que el software está muy bien optimizado para esta experiencia, aunque de eso hablaremos más adelante. 

Siempre que he dejado que otras personas probaran el dispositivo, salía a la luz una misma pregunta. ¿Se nota la línea que deja el panel cuando doblamos el teléfono? Respondiendo de manera rápida, sí, se nota. No obstante, es algo que al uso nos parecerá imperceptible, ya que aprenderemos a vivir con ello principalmente por una serie de razones. Y es que a veces es tan útil que compensa ese “sacrificio”. Y es que doblar el panel no sirve únicamente para guardarlo en nuestro bolsillo, sino que nos puede hacer el apaño de apoyo cuando queremos colocar el teléfono en una superficie plana para ver algún vídeo, por poner algún ejemplo. Plegándolo solo un poco nos permitirá realizar esa función de apoyo. También lo podemos plegar en 90 grados de forma vertical, para realizar una fotografía mientras reposa en cualquier superficie. Es un teléfono que, si somos innovadores en su uso, le podemos sacar un buen partido. 

SOFTWARE FLUIDO Y OPTIMIZADO

El software siempre ha sido una tarea pendiente por parte de Samsung en la era “pre-OneUI”. Sin embargo, es algo que no me canso de repetir tras ese análisis del S20 FE. Samsung ha despertado en este sentido, y con OneUI 3.1 obtenemos una experiencia de software tremendamente fluida y despejada de distracciones. El bloatware es apenas inexistente, pudiendo escoger las apps que queremos instalar de serie cuando utilizamos el teléfono por primera vez. Además, navegar por la interfaz de OneUI con una tasa de refresco de 120Hz es una auténtica gozada. También cabe mencionar que, al ser el Flip 3 un dispositivo algo más peculiar, requiere de una serie de optimizaciones que están presentes en el software. El paso de una pantalla a otra, o el uso del dispositivo cuando no está completamente plegado es instantáneo. Quizás donde más se aprovechan estas funciones es en la cámara, pues podremos mover el HUD de la app de la cámara de una mitad de la pantalla hacia otra. Además, una de las grandes características en este aspecto es usar las cámaras traseras como selfie, ya que podemos ver una vista previa de la fotografía en la pantalla externa, algo muy útil para sacar selfies a mayor calidad. 

El rendimiento del dispositivo es verdaderamente brutal. No es para menos, ya que contamos con el Snapdragon 888 como procesador principal. Cabe mencionar que la versión europea también cuenta con este chip debido a los problemas que Samsung ha tenido que hacer frente para continuar con los Exynos. Así pues, con el Flip 3 no tendremos problemas para desempeñar cualquier tarea. Eso sí, hay que tener en cuenta que el terminal se calienta a veces de manera desmedida, sobre todo al hacer uso de los 120Hz. Puede que esto se aprecie más en este terminal dada su peculiar construcción, pero lo cierto es que esa es la realidad a la que hemos tenido que hacer frente durante nuestro uso. De esta manera, ejecutar juegos en el terminal de manera habitual podrían desgastar de manera severa la batería y vida útil del terminal. Esto no quiere decir que no se puedan ejecutar juegos, pero sí que habría que tener especial cuidado en este teléfono en determinadas ocasiones. 

CÁMARAS SIN CAMBIOS Y ALGO JUSTAS

Pasando al apartado de las cámaras, en líneas generales, si bien disponen de bastante solidez en este sentido, no serían consideradas top del mercado, principalmente por los sensores que se incorporan en el dispositivo. Y es que por una parte prescindimos de un sensor telefoto, encontrándonos únicamente con un sensor principal y gran angular. Esto puede chocar, teniendo en cuenta sobre todo el precio del dispositivo. Aunque todo apunta a que desde Samsung no han querido priorizar este apartado para no encarecer el precio del producto. De hecho, los sensores utilizados son exactamente los mismos que en el primer Flip. Dejando esto aclarado, no quiere decir que no podamos hacer grandes fotografías con el terminal. De hecho en condiciones óptimas logramos un resultado general muy conseguido. Bajo estas líneas os dejamos una galería con algunas de las fotos tomadas. 

El principal punto a mejorar es sin duda el detalle, ya que en ciertos objetos y en según qué condiciones lumínicas se pierde bastante información en las texturas. Además, esto se nota sobre todo cuando pasamos a la lente de gran angular, ya que al disponer de menor apertura procesa menos luz y por ende se ven algo peor. 

En cuanto a la cámara frontal, si bien ofrece resultados algo justos aunque medianamente decentes, puede que no la usemos tanto que en otros teléfonos. La razón es el hecho de que el terminal sea plegable, ya que podremos activar la vista previa en la pantalla secundaria y hacernos fotos con el sistema de cámaras principal. Esto ofrece un resultado mucho más favorecedor, sobre todo a la hora de realizar el desenfoque en el modo retrato. 

LA AUTONOMÍA, UNA ASIGNATURA PENDIENTE

La autonomía es uno de los puntos pendientes en este Z Flip 3. Y es que el teléfono sigue contando con 3.300 mAh, algo que podría funcionar de manera justa en la fórmula del primer Flip, pero que en este hay que tener especial cuidado, principalmente porque ahora disponemos de una frecuencia de 120Hz, lo que hace aumentar el consumo de la batería. Nuestro uso medio en cuanto al parámetro de la pantalla encendida ha sido de unas 3 horas y media. Así pues, podríamos decir que la autonomía no es un punto en el que brille este teléfono. Además, tenemos una carga rápida bastante pobre si la comparamos con las alternativas del mercado. 15W a día de hoy es algo inconcebible a estas alturas. El teléfono admite además carga inalámbrica de 10W y carga inversa de 4,5W.

CONCLUSIÓN

El Samsung Galaxy Z Flip 3 5G dispone de unas cualidades muy atractivas para coronarse como el plegable más estandarizado. Si bien es un formato que puede no gustar a todo el mundo, la firma consigue un buen equilibrio entre diseño y funcionalidades. Sin embargo todavía quedan temas pendientes si quieren seguir apostando por este diseño, sobre todo en la parte de las cámaras y la autonomía.