ACTUALIDAD

Última hora sobre la desaparición de Madeleine McCann: la joven que asegura ser ella, revela una prueba de ADN crucial

La niña británica de tres años desapareció el 3 de mayo de 2007 en Portugal

Madeleine Mccan

Madeleine Mccan / Sport

Andrea Riera

Andrea Riera

La desaparición de Madeleine McCann es uno de los misterios sin resolver. La niña británica de tres años desapareció el 3 de mayo de 2007, mientras sus padres comían en un restaurante en Praia da Luz, en el Algarve (Portugal).

Son muchas las teorías que se pueden encontrar en torno a este caso, pero, el principal sospecho de los investigadores es Christian Brueckner.

En septiembre salió a la luz una declaración de Laurentiu Codin, que compartió celda con Brueckner en el 2020, en la que reveló que este le confesó haber secuestrado a una niña en Portugal durante un robo: "Dijo que había un lugar con una ventana abierta, me dijo eso. Estaba buscando dinero. Dijo que no encontró dinero, pero encontró a una niña y se la llevó". Sin embargo, esto no se ha podido probar.

Hace un año, Julia Wendell, de origen polaco, declaró en una entrevista para la BBC que ella era Madeleine: "Nunca quise lastimar a nadie, incluidos los McCann. Solo quiero saber quién soy".

Aunque la policía no le hizo caso, la joven no se ha rendido y ahora ha publicado en Instagram un análisis de ADN que podría demostrar que se trata de la desaparecida. A pesar de que los padres de la niña se negaron a participar, para la investigación se ha utilizado un perfil genético de Wendell con ADN que fue encontrado en la habitación donde desapareció, y según el informe, su origen sería británico e irlandés.

El documento afirma que hay un 69,23% de coincidencia genética con Gerry McCan y que se trata de "una coincidencia perfecta entre padre e hijo (...) La evidencia científica apoya firmemente que McCann podría ser el padre biológico de Julia".

Monte Miller, un experto en genética, envió un correo electrónico a Julia en el que asegura que "coinciden bastante bien, más de lo que esperaría al azar, por lo que emerge un patrón específico que parece una conexión familiar casi segura".

No obstante, hay algo que no encaja, y es que Wendell tiene 23 años y Madeleine tendría 21, pero la polaca reafirma que es adoptada y nunca ha podido tener una copia de su certificado de nacimiento.