Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

ECONOMÍA

Toni Santos, creador de contenido de 19 años: "He pagado casi 180.000 euros de impuestos este año y siento que no estoy aportando"

Antonio Santos Pérez-Roldán, conocido como DollarDorado, es un joven emprendedor y creador de contenido que inspira a miles de usuarios en YouTube desde los 16 años

Toni Santos, sobre los impuestos

Toni Santos, sobre los impuestos / @dollardorado

Xavi Espinosa

Xavi Espinosa

A sus 19 años, Toni Santos, conocido en redes como 'Dollar Dorado', se ha convertido en una figura influyente dentro del mundo del emprendimiento, gracias a su habilidad para generar ingresos a través de negocios online. El éxito de Toni le ha permitido ganar sumas significativas, pero también enfrentarse a una presión fiscal que él considera excesiva.

El joven empresario reconoce haber pagado casi 180.000 euros en impuestos en lo que va de año, una cantidad que le resulta desproporcionada.

Crítica al sistema actual

Toni asegura que, pese a su contribución económica, no percibe beneficios tangibles de esa inversión. Siente que su esfuerzo no se traduce en mejoras visibles en la sociedad y que el dinero recaudado no se utiliza de manera eficiente. "He pagado casi 180.000 euros de impuestos en lo que va de año y no estoy orgulloso", afirma sin rodeos.

"No siento que esté aportando a la sociedad, siento que me están robando", decía. "Porque ese dinero no ha ido a mejorar cosas de mi alrededor. No ha ido a hospitales y tampoco a educación", afirma.

El emprendedor sostiene que el problema no es pagar impuestos, sino cómo se administra el dinero público. Considera que parte de los fondos se destinan a mantener estructuras ineficientes, con personas que no aportan valor, mientras áreas clave como educación o sanidad reciben menos atención de la esperada.

Diferentes soluciones

El creador de contenido inició su trayectoria compartiendo consejos sobre inversiones y mentalidad financiera en redes sociales. Su inconformidad con el sistema fiscal nace de la frustración de ver que su esfuerzo no se traduce en mejoras colectivas ni en un beneficio real para la sociedad. El joven empresario cree que podría elegir mejor cómo emplear sus recursos, en lugar de financiar proyectos o políticas con los que no coincide ideológicamente. Critica que sus aportaciones terminen sosteniendo salarios y políticas que no respalda.

A pesar de las críticas, Toni se siente satisfecho con lo que ha logrado. Ha construido su éxito desde cero, asumiendo riesgos, contratando personal y gestionando sus propios negocios con dedicación y esfuerzo diario.

Su descontento es evidente: percibe que el Estado interviene demasiado en sus logros y que la presión fiscal desincentiva el emprendimiento. Su postura final deja clara su postura crítica frente al sistema: rechaza tanto la intervención estatal como quienes la apoyan.