Si sufres de estas enfermedades mentales tienes derecho a una pensión por incapacidad permanente

La sociedad ha adquirido una conciencia cada vez mayor en los últimos años sobre la importancia del cuidado de la salud mental. El malestar psicológico debe ser tratado como corresponde, ya que en algunos casos puede derivar en una dolencia más grave que implica un gran sufrimiento para la persona y, a veces, le imposibilita a llevar una vida 'normal'.

Según la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS), un trastorno mental «se caracteriza por una alteración clínicamente significativa de la cognición, la regulación de las emociones o el comportamiento de un individuo».

Uno de cada tres deportistas de élite sufre depresión

En 2019, una de cada ocho personas en el mundo (unos 970 millones de personas) lo padecían; unas cifras que se incrementaron a raíz de la pandemia.

Existen diferentes tipos de enfermedades mentales y cada una de ellas requiere un cuidado y un tratamiento específico. Las más habituales son la depresión y la ansiedad, que también se presentan con diferentes grados de gravedad.

Incapacidad permanente por salud mental

Como decíamos, estas patologías pueden llegar a impedir a quienes la sufren a llevar una vida como el resto de personas, lo que incluye también el ámbito laboral.

Esto implica en ciertos casos la concesión de una pensión por incapacidad permanente, porque se considera que ese individuo «presenta reducciones anatómicas o funcionales que le impiden o dificultan el desempeño de su trabajo habitual», como detalla el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

El despacho de abogados Toro Abogados, con más de 40 años de experiencia, ha explicado en su perfil de TikTok cuáles son las enfermedades que podrían derivar en esta prestación.

«La salud mental es clave en el ámbito laboral», resaltan los juristas. Patologías como una depresión mayor, grave, crónica; un trastorno bipolar; un trastorno esquizofrénico o un trastorno obsesivo compulsivo, o una ansiedad grave y generalizada pueden dar lugar a la concesión de una incapacidad permanente.

Tipos de incapacidad permanente

La incapacidad permanente puede ser total, parcial, absoluta o de gran invalidez, en función del grado de gravedad de la enfermedad, como explican desde Toro Abogados.

De acuerdo con la información de la Seguridad Social, estas son las diferencias:

• Incapacidad permanente parcial: sin alcanzar el grado de total, ocasiona al trabajador una disminución no inferior al 33% en su rendimiento normal para dicha profesión, sin impedirle la realización de las tareas fundamentales de la misma.

• Incapacidad permanente total: inhabilita al trabajador para la realización de todas o de las fundamentales tareas de dicha profesión, siempre que pueda dedicarse a otra distinta.

• Incapacidad permanente absoluta: inhabilita por completo al trabajador para toda profesión u oficio.

• Gran Invalidez: situación del trabajador afecto de incapacidad permanente y que, como consecuencia de pérdidas anatómicas o funcionales, necesita la asistencia de otra persona para los actos más esenciales de la vida, tales como vestirse, desplazarse, comer y análogos.