La relación que une a De Burgos Bengoetxea, árbitro de la final de Copa, con el 23-F: "Señor Suárez, permanezca en su escaño"

La final de la Copa del Rey está a la vuelta de la esquina y durante la jornada del viernes se han sucedido los titulares relacionados con el próximo clásico entre FC Barcelona y Real Madrid, a partir de las declaraciones de quien será su colegiado, Ricardo de Burgos Bengoetxea.

El árbitro vasco se ha expresado en una rueda de prensa previa al gran encuentro, que siempre suscita comentarios en todo el mundo. Concretamente, ha desvelado entre lágrimas su malestar por los continuos ataques de Real Madrid TV en la que se acusa a los jueces de campo de perjudicar al conjunto blanco, una práctica que llevan a cabo desde hace muchos meses.

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Respecto al tema, la RFEF ha anunciado que no cederá ante las presiones que está recibiendo del club de la capital española para cambiar los árbitros designados para este partido, petición que buscaba generar todavía más presión sobre el encargado de impartir justicia.

'Ritxi', como le conocen sus amigos, es el segundo integrante de su familia que se dedica al mundo del arbitraje, siendo su padre Ernesto de Burgos Núñez, colegiado de Primera División entre 1974 y 1990.

Sin embargo, no es el único famoso de la familia, aunque no por ningún tema relacionado con el deporte, sino con el intento de golpe de Estado que se llevó a cabo en el Congreso de los Diputados, el 23 de febrero de 1981.

El colegiado de la final de Copa es el sobrino de 'el cabo del anorak', Francisco de Burgos Núñez, un cabo de la Guardia Civil que, aunque durante la sublevación no estaba de servicio, se unió a los golpistas. Como no estaba trabajando, solamente tenía a mano un chaquetón militar, prenda que le otorgó el apodo, aunque también es recordado por llevar un subfusil en una mano y un puro en la otra.

Para situarnos, se trata de la persona que 'recomendó' a Adolfo Suárez que no se moviera de su asiento: "¡Señor Suárez, permanezca en su escaño!", le sugirió. También se acercó a una cámara de TVE para evitar que siguiese grabando lo que allí sucedía, pero nunca llegó a ser sentenciado por aquellos sucesos.

A todo esto, todavía faltaban cinco años para que naciese el árbitro que buscará no ser protagonista durante la finalísima de este sábado en el Estadio de La Cartuja de Sevilla. De ocurrir así, será señal de que el arbitraje no habrá influido de ninguna manera en el resultado entre los azulgranas y los blancos.