Trabajo

Tiene paro cero y sueldo de 70.000€: la carrera científica más ignorada en España

Primer examen de la selectividad 2025 en la Universitat Politècnica de València.

Primer examen de la selectividad 2025 en la Universitat Politècnica de València. / F. Calabuig

Pedro Sanjuán

El momento de elegir una carrera universitaria tras superar las pruebas de acceso (EVAU o EBAU) marca un punto crucial en la vida de miles de jóvenes. Ante el abanico de opciones disponibles, la decisión se convierte en el primer gran desafío profesional. Diversos factores entran en juego a la hora de ponderar qué camino académico seguir, y entre los más relevantes se encuentran, sin duda, las salidas profesionales y el potencial de inserción laboral que ofrece cada titulación. En este contexto, emerge una carrera de la rama científica que, a pesar de presentar cifras envidiables en términos de empleo y salario, parece pasar desapercibida para una parte significativa de los futuros universitarios españoles: el Grado en Química.

Este grado, percibido a menudo como una de las disciplinas más exigentes debido a la profundidad y complejidad de sus contenidos, contrasta esa dificultad académica con una realidad laboral sumamente favorable para quienes completan sus estudios. Aunque tradicionalmente no se encuentre entre las carreras con mayor demanda de plazas en las universidades, el mercado de trabajo español muestra un interés creciente y constante por los profesionales formados en Química. Esta disparidad entre la percepción estudiantil y la demanda real del sector productivo y de investigación crea una oportunidad única para los graduados.

Un futuro laboral casi garantizado

Las estadísticas hablan por sí solas. Según datos recientes, la inserción laboral para los graduados en Química en España alcanzó un impresionante 93% en 2024. Esta cifra sitúa a la carrera en una posición privilegiada dentro del panorama universitario, acercándose a ese ideal de "paro cero" que muchos estudiantes anhelan al finalizar sus estudios. Este alto porcentaje de empleabilidad sugiere que la gran mayoría de los químicos encuentran trabajo poco después de terminar el grado, una ventaja significativa en comparación con otras disciplinas que pueden presentar mayores tasas de desempleo o precariedad inicial.

La demanda de químicos se extiende a una variedad de sectores y roles profesionales, muchos de ellos especializados y con una clara necesidad de conocimiento profundo en la materia. Los graduados pueden encontrar oportunidades como inspectores de consumo, garantizando la calidad y seguridad de productos; analistas de laboratorio, fundamentales en investigación, control de calidad o diagnóstico; expertos en dopaje, esenciales en el ámbito deportivo y legal; o incluso en roles tan específicos y creativos como enólogos en la industria vinícola o perfumistas en el sector cosmético. Esta diversidad de salidas profesionales es un reflejo de la aplicabilidad transversal de la Química en multitud de ámbitos de la vida moderna y la industria.

Salarios atractivos que crecen con la experiencia

Más allá de la alta probabilidad de encontrar empleo, la carrera de Química destaca también por el potencial de ingresos que ofrece a sus profesionales. Si bien los salarios iniciales pueden ser más moderados, la progresión económica con la acumulación de experiencia es notable, llegando a situarse significativamente por encima de la media salarial española. Según datos de portales especializados, el salario medio bruto anual de un químico en España ronda los 35.000 euros, lo que se traduce aproximadamente en unos 1.930 euros netos al mes. Este salario medio ya representa un 48% más que la media nacional, evidenciando la buena remuneración del sector.

La curva salarial asciende de manera consistente a medida que el profesional gana experiencia y asume mayores responsabilidades. Un químico sin experiencia o con menos de tres años en el mercado laboral podría iniciar su andadura profesional con un salario bruto anual en torno a los 19.300 euros. Sin embargo, al consolidarse en el puesto y adquirir la categoría de profesional "senior", con varios años de trayectoria, los ingresos pueden incrementarse hasta alcanzar cifras cercanas a los 33.700 euros anuales. La cúspide de esta progresión, para aquellos con más de 20 años de experiencia, puede situarse en torno a los 59.200 euros anuales, e incluso, tal como señalan algunas fuentes, es posible llegar a percibir hasta 70.000 euros brutos al año en posiciones altamente especializadas o de dirección.

La sostenibilidad impulsa la demanda

Una de las razones fundamentales que explican la creciente demanda de profesionales de la Química, especialmente en los últimos tiempos, radica en la evolución y las necesidades de sectores estratégicos como el medioambiental y el energético. La preocupación global por la sostenibilidad, la búsqueda de fuentes de energía renovables, el desarrollo de materiales ecológicos, la gestión y el tratamiento de residuos, la monitorización de la calidad del aire y el agua, y la creación de procesos industriales más limpios y eficientes, son áreas que requieren de manera intensiva el conocimiento y la experiencia de los químicos.

La transición hacia una economía más verde y sostenible ha multiplicado las ofertas de trabajo para los graduados en esta disciplina, haciendo que su perfil sea cada vez más valorado en el mercado laboral. Los químicos son esenciales para innovar y desarrollar las soluciones científicas y tecnológicas que permitirán abordar los grandes desafíos medioambientales y energéticos del siglo XXI. Este factor de demanda, sumado a la mencionada baja inscripción de estudiantes en el grado, configura un escenario muy favorable para los futuros químicos, garantizándoles no solo empleo, sino también la oportunidad de contribuir a temas de relevancia global.

En conclusión, el Grado en Química se presenta como una opción de estudios superiores con unas perspectivas laborales excepcionalmente positivas en España. Ofrece una altísima tasa de inserción, un abanico diverso de oportunidades profesionales y un potencial salarial significativamente superior a la media, que mejora ostensiblemente con la experiencia. A pesar de ser una carrera que requiere dedicación y esfuerzo, y que quizás no goza de la misma popularidad que otras titulaciones, sus sólidos fundamentos y su relevancia en sectores clave como el de la sostenibilidad la convierten en una elección estratégica e inteligente para los estudiantes de ciencias que buscan una carrera con futuro y estabilidad.