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COLECCIONISMO

Esta moneda de 1 euro tiene un error por el que los coleccionistas te pagan cientos

Fue acuñada en 2002 y se ha convertido en una moneda muy valorada por los coleccionistas por un curioso error de acuñación.

Moneda de 1 euro de Mozart de 2002

Moneda de 1 euro de Mozart de 2002

Álex Pareja

Álex Pareja

El interés por esta moneda de 1 euro acuñada en Austria en 2002 ha aumentado considerablemente en los últimos tiempos debido a un curioso fallo en su fabricación, convirtiéndola en una pieza tremendamente especial para los coleccionistas.

El error que hace que este euro valga cientos

Se trata de la moneda de 1 euro de Austria de 2002 con la imagen de Mozart, y no contiene ningún error que pueda verse a simple vista: es un fallo de acuñación que provoca que tenga un exceso de metal. Esto hace que la cara del músico tenga un relieve más grueso de lo normal, haciendo que la moneda sea única.

Esta moneda forma parte de la emisión inicial de Austria cuando adoptó el euro, y a pesar de que su valor facial es solo un euro, en el mercado numismático puede alcanzar precios superiores a 240 euros, multiplicando varias veces su valor original.

En plataformas como eBay, en la actualidad, se llegan a pedir cantidades cercanas a los 280 dólares por ejemplares con este error, especialmente si están en buen estado y no han estado nunca en circulación habitual. En caso contrario, aunque con un precio menor, también hay coleccionistas dispuestos a comprar.

El coleccionismo de monedas con errores o características singulares sigue mostrando un auge importante, ya que pequeñas diferencias técnicas o fallos durante la acuñación pueden convertir una pieza común en un objeto de considerable valor, y a la prueba podemos remitirnos.

Para quienes tengan esta moneda, se recomienda revisarla detalladamente y, en caso de duda, acudir a expertos para conocer su auténtico valor, considerando además otros factores como su conservación, si ha estado en circulación o, incluso, si presenta algunos otros posibles errores de acuñación.

Esta moneda de un euro de Austria es un claro ejemplo de cómo un detalle accidental puede transformar una pieza cotidiana en un tesoro para el mercado numismático.