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Famosos

Marcos Llorente reivindica su estilo de vida con estudios científicos: "No aprendí en universidades, aprendí en mi piel, bajo el sol, en contacto con la Tierra"

El jugador más utilizado por el 'Cholo' esta temporada junto con Jan Oblak sigue buscando evidencias para defender una forma de ver la vida que ha suscitado críticas y burlas

Marcos Llorente aporta evidencias científicas para defender su estilo de vida.

Marcos Llorente aporta evidencias científicas para defender su estilo de vida. / SPORT

Pol Langa

Pol Langa

Si un jugador ha destacado por encima del resto en este último parón de selecciones ha sido Marcos Llorente. Aunque no por su juego, sino por las declaraciones y conspiraciones que dice creer el 'todocampista' del Atlético de Madrid, como sus horarios para comer, su dieta, las gafas amarillas o que nos fumiguen desde los aviones.

Su mujer, Paddy Noarbe, defiende a su marido de las críticas y defiende su estilo de vida, centrado en lo natural y siguiendo el horario del Sol: "Priorizamos la conexión con la naturaleza, el descanso y los hábitos que nos devuelven al equilibrio... pero siempre con flexibilidad y sentido común", ha apuntado en alguna ocasión.

Nos despertamos un poco antes del amanecer, doy el pecho a mi hija y escribo en un diario de cinco minutos de agradecimiento, valorando las pequeñas cosas. Luego tomo el café de especialidad que me prepara mi marido, el 'mañanero', como lo llamo, y empezamos el día con nuestra pequeña. No la llevo a la escuela infantil y, desde el principio, he creado una rutina diaria muy cuidada para fomentar el apego seguro y el orden", explicaba acerca de sus rutinas.

Llorente busca confirmación en la ciencia

Ahora, el jugador del Atlético de Madrid ha querido reivindicar nuevamente su forma de pensar y ha añadido el saber científico a sus argumentos a favor de un tipo de vida que la gran mayoría de personas en España no pueden seguir por sus trabajos o compromisos de diferente índole.

Fotografía de Juanjo Martín, en la que puede verse en una imagen del pasado 29 de septiembre al centrocampista del Atlético de Madrid Marcos Llorente durante una rueda de prensa. EFE

Marcos Llorente usa las gafas amarillas durante una rueda de prensa. / Juanjo Martín / (EPA) EFE

"Hace tiempo hablé sobre ello, algunas personas me dedicaron artículos, se rieron e intentaron (sin éxito) ridiculizarme. A ver qué dicen ahora todos los que lo desmentían. Porque estos días la ciencia les ha pasado por encima: Luz artificial nocturna = más riesgo de cáncer, más riesgo cardiovascular, más ictus, más diabetes, más disfunción metabólica…", escribe en su última publicación el fijo del 'Cholo' en el once.

Para no "confundir al reloj interno" y "cargarse el sistema", Llorente seguirá viviendo la vida como cree que es mejor para su salud. A su favor, dice, juega su conocimiento de la biología humana, un saber que "no aprendí en universidades, aprendí en mi piel, bajo el sol, en contacto con la Tierra, rodeado de profesionales y escuchando a mi cuerpo más que a los dogmas".

"Doy 'pataditas a un balón'… Pero mientras algunos solo miran una pantalla, yo llevo años estudiando cómo funciona la biología", se defiende de todas las críticas recibidas desde que el tema de las gafas amarillas y los ritmos circadianos explotaran en la prensa gracias a la insistencia del futbolista en mostrar su estilo de vida ante algunos comentarios burlescos.

Aunque asegura que el conocimiento del cuerpo humano "no necesita estudios", aporta unos 'papers' científicos surgidos recientemente que van desde investigaciones acerca de los mencionados ritmos que marca el Sol, hasta apuntes de la OMS en la materia: "Para los que necesitáis más evidencia para lo evidente os los voy a dejar aquí junto a otros. Para los que ya creéis en esto, un refuerzo para ser aún más conscientes de que estáis en el camino correcto", escribe.

Llorente es una persona igual de segura fuera del campo que dentro y, sea más o menos cierto lo que defiende, está claro que le sirve. El madrileño suma ya 31 partidos seguidos enteros, sin perderse ningún minuto y sin ser sustituído, y en cada encuentro demuestra su poderío físico, su zancada inagotable y un hambre única de ganar a sus rivales.