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ECONOMÍA

Gonzalo Bernardos, economista: "Si el alquiler estaba mal, a partir de ahora estará fatal"

Encontrar la vivienda adecuada se ha convertido en un proceso muy complejo

Gonzalo Bernardos, economista español

Gonzalo Bernardos, economista español / SPORT

El acceso a la vivienda sigue siendo uno de los principales desafíos para los ciudadanos en España. Encontrar el hogar adecuado se ha convertido en un proceso cada vez más complejo, debido a que tanto el mercado inmobiliario como la economía atraviesan una situación delicada.

Recientemente, el Tribunal Económico-Administrativo Central (TEAC) ha establecido que los propietarios de viviendas en España deben declarar en el IRPF las rentas de alquiler impagadas, aunque sus inquilinos lleven meses sin pagar. Según la resolución, los ingresos por alquiler se consideran "exigibles" desde el momento en que deberían cobrarse, aunque el dinero no llegue.

Esta decisión ha encendido las alarmas entre los arrendadores, que ahora se enfrentan a una doble dificultad: pierden el dinero del alquiler y, además, tienen que pagar impuestos sobre ingresos que no han recibido.

Sobre este tema se ha pronunciado Gonzalo Bernardos, profesor de economía de la Universidad de Barcelona también conocido por ser un tertuliano habitual en diferentes medios de comunicación como RAC1 o La Sexta.

El experto ha calificado la resolución como "la puntilla al mercado de alquiler", y ha asegurado que "si estaba mal, a partir de ahora estará fatal".

Bernardos ha explicado que los propietarios con inquilinos morosos estarán obligados a tributar por rentas que no perciben, lo que resulta muy perjudicial: "Quien alquila hoy viviendas, es un héroe, pues lo tiene todo en contra".

El economista ha detallado además la situación de muchos arrendadores: "El propietario con inquiokupas no cobra el alquiler; paga IBI, gastos de comunidad y algunos los suministros; y además paga impuestos por ingresos que no han tenido".

Esta resolución añade una presión adicional a un mercado de alquiler ya tensionado, y podría tener consecuencias importantes tanto para los propietarios como para la disponibilidad de viviendas en alquiler en España.