¿Quién es Alisha Lehmann, la futbolista que eclipsa la Eurocopa sin jugar?

Alisha Lehmann apenas ha disputado nueve minutos en la Eurocopa Femenina 2025, pero su nombre es uno de los más repetidos dentro y fuera de los estadios. La delantera suiza de 26 años, actual jugadora de la Juventus, representa uno de los fenómenos más singulares del fútbol femenino contemporáneo: su popularidad en redes sociales ha desbordado con creces su impacto deportivo, generando admiración, controversia y hasta medidas de seguridad personal por parte de su federación.

Nacida en el pequeño municipio de Tägertschi, en el cantón de Berna, Lehmann comenzó su carrera en el BSC Young Boys antes de dar el salto al fútbol inglés, donde brilló en las filas del West Ham United. Su capacidad para desbordar, su velocidad por banda y su perfil ofensivo le abrieron las puertas de la selección absoluta, con la que debutó en 2017. Desde entonces, ha acumulado más de medio centenar de internacionalidades, aunque siempre ha estado envuelta en un debate recurrente: ¿es su fama proporcional a su rendimiento?

Durante esta Eurocopa, disputada en casa, el fenómeno ha alcanzado un nuevo nivel. Mientras Suiza luchaba por alcanzar las rondas eliminatorias, Lehmann acaparaba cámaras, titulares y seguidores —con más de 17 millones de fans en Instagram, es la futbolista más seguida del mundo—.

Su irrupción en las zonas mixtas y los estadios ha obligado a la UEFA y a la federación suiza a asignarle seguridad personal, un hecho insólito en el fútbol femenino. No por amenazas explícitas, sino por el colapso que genera entre fans y medios cada vez que aparece.

Pero detrás del fenómeno pop hay una futbolista profesional que ha defendido en más de una ocasión el derecho a ser tomada en serio en el campo. "Hago el mismo trabajo que mi novio, pero él gana cien veces más", dijo en una entrevista refiriéndose a Douglas Luiz, mediocentro del Aston Villa. Lehmann se ha convertido, casi sin quererlo, en símbolo de las tensiones entre exposición mediática y rendimiento deportivo. Para algunos entrenadores y compañeras, su perfil distrae. Para otros, su impacto contribuye a visibilizar el fútbol femenino a niveles inéditos.

En Turín, con la camiseta de la Juventus, espera recuperar protagonismo deportivo tras una temporada irregular en el Aston Villa. Su llegada al club italiano fue celebrada como una apuesta por combinar imagen y fútbol. Pero también genera presión. "La gente espera goles, no solo fotos", reconoció en una conversación con medios suizos antes del torneo.

Lo cierto es que Alisha Lehmann vive en una paradoja continua. Su talento está ahí, pero nunca ha conseguido consolidarse como una futbolista determinante en torneos de selecciones. Su influencia social, sin embargo, es innegable. En un deporte que aún lucha por ganar presencia mediática, su figura rompe moldes.

La pregunta que sobrevuela es si podrá equilibrar el personaje con la jugadora. De momento, el debate está servido. Y su historia, lejos de terminar, parece estar solo en su punto de ebullición.