El Barça Lassa rompió a lo grande su gafe en Madrid

El Barça pasó como un ciclón por la pista del Estudiantes

El Barça pasó como un ciclón por la pista del Estudiantes / EFE

Xavi Martínez Olivar

Xavi Martínez Olivar

Como vulgarmente se dice los gafes están para romperlos. Y el Barça Lassa lo logró a lo grande en el feudo del Movistar Estudiantes donde había perdido cinco de sus seis últimos encuentros, los cuatro últimos de manera consecutiva.

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LIGA ENDESA

84
101
Alineaciones
MOVISTAR ESTUDIANTES
(19+11+25+29): Cook (3), Vicedo (2), Clavell (19), Gentile (17) y Jankovic (21) -cinco titular-, Hakanson (6), Brizuela (8), Perl (-), Caner-Medley (5), Arteaga (-), Grystak (3) y Sola (-).
BARÇA LASSA
(26+25+21+29): Heurtel (17), Ribas (6), Singleton (13), Claver (3) y Tomic (18) -quinteto inicial-, Seraphin (4), Pangos (3), Hanga (13), Blazic (11), Oriola (8), Pustovyi (2) y Smits (3).

El equipo de Pesic -en el que descanso Kuric- volvió a demostrar que, paso a paso, está creciendo como colectivo a partir de un trabajo sólido en las dos mitades de la pista. Y si ese crecimiento se refleja con victorias (8 en los últimos 9 partidos) la convicción en la tarea realizada es máxima entre los jugadores.

Este duelo ante el Estudiantes fue el mejor reflejo. Los azulgranas acabaron con un 71% en tiros de dos, un 55% en triples y una valoración global de 125. A partir de la dirección de un Heurtel que rozó las dobles figuras (17 puntos y 9 asistencias) el equipo funcionó como un reloj. Una maquinaria en la que todas las piezas sumaron para la causa con cuatro jugadores más por encima de los 10 puntos con mención especial para Tomic (18).

Una tarea coral que, como está grabado a fuego en el libro de estilo de Pesic, comenzó a partir de una defensa solidaria que fue creciendo en intensidad y desconcectó al Estudiantes en el segundo cuarto (parcial de 11-25 para un 30-51 al descanso).

Los estudiantiles con el trio Jankovic-Clavell-Gentile en ataque (57 puntos llevaron su firma) y una zona dispuesta por Berrocal atrás apelaron a la épica en el tercer cuarto (62-76). Pero el Barça no se alteró. Apretó las tuercas en defensa y rompió la zona estudiantil con triples o balones interiores. Eso impidió que el guión del partido se alterase, lo que lo acabó convirtiendo en un monólogo azulgrana ante un rival que quiso, pero que hubo de rendirse a la evidencia.

Octava victoria del Barça en la Liga Endesa. Una buena señal de cara a una semana de aupa: Panathinaikos, Armani Milán y Real Madrid. Pero lo importante es que este equipo transmite buenas sensaciones y confianza en sus posibilidades. Y eso es, a la postre, clave para que se pueda pensar en que no hay ningún reto imposible.