Audie Norris, un barcelonista que no puede olvidar el Palau

Llegó al Palau acompañado por Manel Bosch, otro ex-barcelonista, y siguió parte del entrenamiento del equipo barcelonista. Era la primera sesión del año y los jugadores de Xavi Pascual se encontraron con un espectador de 2,05 y más de 130 kilos. Algunos lo reconocieron y otros no. Pero todos sabían por referencias quien era Audie Norris. Y todos acudieron a saludarlo al finalizar la sesión. Ricky Rubio aceptó gustoso su petición de fotografiarse con él y el propio Bosch inmortalizó el momento con su teléfono móvil. Fue la guinda de las vacaciones de fin de año que el ex-pívot disfrutó en Barcelona.

La imagen no es nueva. "El Palau es mi casa y vuelvo siempre que puedo", explica Norris para justificar sus visitas al recinto que le vio jugar durante seis temporadas. Lejos queda el 16 de agosto de 1987 cuando pisó por primera vez el recinto barcelonista. Llegaba tras haber estado dos temporadas en el Benetton italiano y, antes, tres en Portland Trail Blazers, que le eligió con el número 37 del draft. Tenía 27 años, pero estaba seriamente tocado en sus dos rodillas, problema al que luego se sumaría el de un hombro. En los seis años que estuvo en el Barça fue dado de baja en tres ocasiones por lesiones largas. El 20 de enero del fue sustuitido por Mike Saulsberry, el 10 de noviembre del mismo año, por David Wood en la temporada 92-93 -su última como barcelonista- fue reemplazado tres veces por Tom Gneiting, para acabar su carrera deportiva con su fichaje por el Peristeri griego, con el que apenas pudo jugar unos partidos. Ganó tres ligas y dos copas, pero se quedó con Copa de Europa, entre otras cosas porque llegó a la Final Four de París (1991) con un hombro dislocado y, aunque jugó, su presencia fue puramente testimonial y el Jugoplastica truncó por tercer año consecutivo el sueño de Norris y de todo el barcelonismo.

Tras colgar las botas (a los 34 años), regresó a su Jackson natal e inició su trayectoria como entrenador. Trabajó -con chicos y chicas- en el Athletic Union, con el equipo femenino de Tougaloo College y fue entrenador ayudante de Jackson State. "Mi idea es ganar experiencia a todos los niveles y ahora me gustaría ir a Europa a completar esa experiencia. Espero que algún día pueda entrenar a un equipo ACB", explicó Norris durante la última Copa del Rey, que presenció en directo. Mientras, mantiene un continuo contacto son sus ex-compañeros. Elogia siempre que tiene ocasión a Solozabal y Epi y reafirma su barcelonismo. Lo que pocos saben es que antes de fichar por el Benetton hizo una prueba con el Madrid y los técnicos blancos rechazaron su fuchaje. Fue un gran favor al Barça.