Adam Hanga, de capitán blaugrana a refuerzo blanco

El escolta húngaro deja el Barça para unirse al Madrid después de cuatro buenas temporadas como azulgrana

El jugador fue perdiendo protagonismo con Saras, hasta considerarlo que ya no era una pieza básica a pesar de tener un año más de contrato

Hanga deja cuatro años en el Barça donde ejerció de capitán a jugar en el máximo rival

Hanga deja cuatro años en el Barça donde ejerció de capitán a jugar en el máximo rival / REAL MADRID

Ramon Palomar

Ramon Palomar

El escolta húngaro Adam Hanga dejó la disciplina del Barça después de cuatro temporadas donde mostró su polivalencia al servicio del equipo, para enrolarse en las filas del Madrid con 32 años y con ganas de demostrar que aún es un jugador válido para un equipo grande.

Y es que el ex capitán del Barça, uno de los jugadores más veteranos en el equipo junto a Víctor Claver –que también ha dejado al equipo con un año de contrato-, ha visto como su papel en el conjunto de Jasikevicius iba menguando a pesar de no levantar nunca la voz.

En la última temporada azulgrana, disputó un total de 41 partidos ACB, con una media de 15 minutos y 5,5 puntos y 3,2 rebotes mientras que en la Euroliga, tuvo unos números parecidos, con 4,6 puntos y 2,2 asistencias.

Un jugador polivalente

Hanga, que llegó en plena transición de la sección blaugrana, es ese tipo de jugador que gusta a todos los entrenadores por su capacidad de adaptación a diferentes posiciones y, sobre todo, porque cumple con el trabajo que se le pide. Un jugador versátil en definitiva que había perdido ascendencia con el técnico lituano.

Jasikevicius, que quizá le hizo vivir el peor momento de su carrera al disputar solo siete segundos de la final de la Euroliga ante el Anadolu Efes en abril pasado, tenía claro que la edad el jugador (32) y el rendimiento que podía dar a un año de finalizar su contrato, no era suficiente bagaje para seguir. Y se lo mostró en la recta final de la temporada.

Con la llegada de Jokubaitis, un jugador de futuro y que podía jugar también en su posición, lo hizo expandible de cara a la nueva campaña, y Adam, que siempre ha mostrado su profesionalidad, lo aceptó sin levantar la voz.

Salida acordada en silencio

Negoció su salida, al mismo tiempo que el Madrid llamaba a su puerta. Dos años de contrato garantizados y seguir luchando por todos los títulos era un aliciente importante para el húngaro, que ahora se le hará raro al aficionado culé verlo de blanco y como rival directo  

Una salida mucho menos traumática del que será su nuevo compañero, Thomas Heurtel, que dejó el club por la puerta de atrás tras su intento de engaño en las narices de la sección.

Hanga también vestirá de blanco, pero es una opción profesional que tentaría a cualquiera a sus 32 años y hay que aceptarla y respetarla, aunque duela a la afición culé que lo acogió con cariño y lo respetó siempre, como hizo él también con el club.