María de Villota: el trágico final de una pionera del motor

La piloto madrileña sufrió un accidente mientras realizaba unas pruebas con su equipo y un año después moría a consecuencia de las lesiones

Maria de Villota, en una imagen de 2013

Maria de Villota, en una imagen de 2013 / EFE

Cristina Moreno

Cristina Moreno

El 3 de julio de 2012 la piloto María de Villota sufría un accidente que marcaría para siempre su futuro. Ese día la madrileña no solo perdió la visión de su ojo derecho y quedó apartada de la competición, sino que las secuelas acabarían siendo fatales. Poco más de un año después, el 11 de octubre de 2013, perdería la vida a causa de ese trágico suceso.

María, hija del también piloto Emilio de Villota, llevaba el motor en la sangre y su amor por este deporte la llevó a convertirse en una pionera con una larga carrera a sus espaldas. 17 años en los que llegó a convertirse en la primera española en pilotar un Fórmula 1 y ser piloto de pruebas en la categoría reina. También participó en las 24 horas de Daytona y fue la primera mujer en el Mundial de Turismos (WTCC) y en la Superleague Fórmula.

Ese fatídico día de julio, mientras realizaba unas pruebas de aerodinámica para su equipo en el aeródromo de Duxford (Cambridgeshire, Reino Unido) su vida cambió para siempre. El coche de María colisionó con un camión aparcado a pie de pista y con la rampa a media altura, lo que le causó graves lesiones, entre ellas la pérdida de su ojo derecho.

María De Villota ha superado con éxito su segunda intervención

María De Villota, en una imagen de archivo / Archivo

Esa lesión le impidió volver a dedicarse a su pasión, al menos dentro de la pista, pero De Villota nunca se apartó del mundo del motor y continuó con su apoyo desde otros ámbitos, luciendo un parche en el ojo que acabaría convirtiéndose en toda una seña de identidad. Meses después, cuando acaba de publicarse su libro autobiográfico 'La vida es un regalo' falleció en un hotel de Sevilla por "causas naturales" derivadas de aquel accidente.

Hoy, una de las curvas del circuito del Jarama lleva su nombre, en recuerdo de una de las más ilustres pilotos madrileñas.