La selección nigeriana, un derroche de músculo no exento de talento, quiere aprovechar la inercia positiva tras conquistar la Copa de África 2013 para luchar por una plaza en octavos de final
La Nigeria de Keshi es un híbrido de potencia y orden. El combinado africano bascula alrededor de la dupla formada por Obi Mikel y Onazi. El talento y la entrega de Moses y Musa aportan soluciones tanto en ataque como en defensa, mientras que la pareja formada por Ideye y Emenike es, a priori, innegociable