Estados Unidos buscará dar una sorpresa mayúscula en Brasil de la mano de un Klinsmann que se la juega tras apostarlo todo a un bloque híbrido entre veteranos y futbolistas muy jóvenes
Klinsmann aboga por un sistema en el que convergen un doble pivote, un enganche, dos bandas y un nueve. Un 4-2-3-1 al uso que puede variar en función del rol que desempeñe Dempsey, a priori mediapunta por detrás de Altidore. Un engranaje muy medido en el que, sorprendentemente, no tuvo cabida Donovan