Europa, el talón de Aquiles del Betis

La llegada de Manuel Pellegrini al banquillo de Heliópolis ha sido el mayor acierto del Betis de su historia reciente. Desde que el Ingeniero cogiera las riendas del equipo en agosto de 2020, el club ha dejado atrás cualquier tipo de inestabilidad que le estaba lastrando durante la última década: problemas judiciales, malos resultados deportivos y con la directiva señalada constantemente por su discutible gestión.

El técnico chileno se ha convertido, por méritos propios, en una leyenda del Betis. El Ingeniero ha clasificado al Betis para competiciones europeas en todas las temporadas como entrenador bético, conquistando un título (Copa del Rey 2022) y mostrando un juego pocas veces visto en el Benito Villamarín. Pero, durante esta gran etapa, Europa ha sido su gran talón de Aquiles. Mientras que en Liga su equipo ha mostrado una gran regularidad, en competición europea el Betis nunca ha estado a la altura.

• 2021-2022: Tras el primer año de Pellegrini como técnico del Betis, el conjunto verdiblanco regresó a Europa, clasificándose para Europa League. Los verdiblancos encararon su vuelta a competiciones europeas con ilusión, pero cayeron de manera temprana, tras perder en octavos de final ante el Eintracht Frankfurt, en una eliminatoria en la que tuvieron la victoria muy cerca.

• 2022-2023: Un año después, el Betis se volvió a clasificar para Europa League. Los de la avenida de la Palmera repitieron presencia en Europa, pero el sorteo no les acompañó y cayeron en manos del Manchester United en los octavos de final, en una eliminatoria en la que el Betis no tuvo en ningún momento la oportunidad de pasar a cuartos, sintiéndose superado durante los dos partidos por los ‘red devils’.

• 2023-2024: El Betis comenzó la temporada en la Europa League, pero tras quedar tercero en su grupo, descendió a la Conference League: un fracaso en toda regla. De esta manera, en la tercera competición europea, el equipo ‘tiró la toalla’. Con una muestra de anti competitividad nunca vista en el equipo bajo las órdenes de Manuel Pellegrini, se marchó de la competición en los play-offs que daban acceso a octavos, cayendo ante un rival menor como el Dinamo de Zagreb.

Un trayecto nada fácil

En esta edición, el Betis arrancó la competición con muchas dudas. Las experiencias pasadas en Europa no fueron nada fáciles y, en un inicio, la Conference League no generó mucha ilusión en la parroquia verdiblanca, como si lo podrían hacer otras como la Liga o la Copa del Rey. Los rivales que participaban no eran de renombre y algunos partidos se sentían como un puro trámite. Pese a todo, Manuel Pellegrini tenía claro que esta era una competición europea y hacer un buen papel en ella y lograr grandes cosas generaría un gran ‘estatus’ para el club a nivel europeo.

El reto no era fácil. El Betis tenía una plantilla más bien corta y muchos jugadores acumulaban una gran carga de partidos, por lo que Pellegrini apostó por jugar los partidos de Conference con la llamada ‘Unidad B’, en los que se encontraban los jugadores que no contaban con demasiados minutos en LaLiga.

Durante los primeros pasos en Conference, los jugadores no estuvieron a la altura. Pese a enfrentarse ante rivales de menor categoría, sacó los partidos por la mínima y en algunas ocasiones no logró ni la victoria ante equipos como el Legia, Copenhage o Mlada Boleslav.

Una vez terminada la fase regular de la competición y al arrancar las eliminatorias, los jugadores más importantes cogieron un mayor protagonismo y la cara del equipo fue distinta.

• Dieciseisavos: Tras los malos resultados en la ‘liguilla’, el conjunto verdiblanco se vio obligado a jugar los play-offs para estar en los octavos de final. De esta manera, se enfrentó al Gent belga, al que derrotó con un global de 3-1, asegurando su lugar en los octavos de final.
• Octavos de final: Ante el Vitoria Gimaraes fue el primer test exigente de la competición. En el partido de ida, el conjunto luso no se lo puso nada fácil al Betis, en un partido que terminó por 1-1. Tras las decepciones acumuladas en años anteriores y en la propia edición, la vuelta tenía un mayor peligro en la afición bética de lo que se podía presuponer. Pero, ante el Vitoria, los de Pellegrini demostraron, por primera vez, que iban en serio a por el trofeo, ganando el encuentro con solvencia en un partido que terminó por goleada (0-4).

• Cuartos de final: El Betis no frenó y volvió a imponer su superioridad ante el Jagiellonia Białystok polaco, sabedor de que la oportunidad de estar entre los cuatro mejores y a las puertas de una final no se podía desperdiciar. El conjunto bético encarriló el duelo de ida en Sevilla (2-0) y certificó su pase a las semifinales con el 1-1 de la vuelta en Polonia.
• Semifinal: Palabras mayores. Para lograr el billete a la gran final, los de Manuel Pellegrini se midieron ante toda una Fiorentina. El conjunto de Raffaele Palladino era uno de los favoritos para alzarse con el título y se trató de una final anticipada. En toda la eliminatoria, el Betis fue superior, mostrando, por momentos, el mejor juego de toda la temporada e, incluso, de la etapa de Pellegrini como entrenador. La eliminatoria no se resolvió hasta la prórroga en Florencia, con un gol de Abde que significó el billete a la final. (Ida: 2-1/Vuelta: 2-2).