A POR LA 13ª
Texto: Marc Gázquez, David Rubio - Infografía: Marc Creus - Edición: Miki Soria
En la decisión más importante de la historia del balonmano azulgrana, el difunto Josep Lluís Núñez decidió destituir a mitad de curso a Jordi Petit y dar el banquillo en 1984 a un joven inexperto llamado Valero Rivera, quien tenía 31 años y había jugado 11 temporadas en el primer equipo.
El Barça no tenía títulos europeos y a las órdenes del aragonés alzó cinco Recopas, seis Copas de Europa, cinco Supercopas de Europa y una Copa EHF, además de 12 Ligas ASOBAL, 10 Copas del Rey, 11 Supercopas de España y cinco Copas ASOBAL, además de 13 Lligas Catalanas y siete Ligas de los Pirineos.
Sin el vacío "Perder tendrá consecuencias" de Joan Laporta, Núñez hizo grandes a las secciones, que pasaron de ser meras comparsas a equipos competitivos en España y en Europa (dos Ligas llevaba el Barça hasta la llegada del constructor).
Esa apuesta por el balonmano que últimamente no parece tan clara ha convertido la sección en una máquina de ganar títulos, siempre defendiendo unos valores con emblemas como el propio Valero Rivera, Enric Masip, Xavi O'Callaghan, Andrei Tchepkin, David Barrufet, Raúl Entrerríos, Víctor Tomàs y ahora Aleix Gómez, Aitor Ariño y Gonzalo Pérez de Vargas. Sin los dos últimos y pese a su juventud, Ian Barrufet está llamado a tomarles el relevo.
El cuadro azulgrana luchará este fin de semana en Colonia por su decimotercera Champions League, que sería la tercera en las cuatro temporadas que lleva un excelente Carlos Ortega en el banquillo (ya ganó seis en el citado Dream Team). Pero... echemos un vistazo a las 12 anteriores.
El Barça busca la 13ª Champions de su historia, la que sería la tercera en cuatro años para Carlos Ortega
El germen
El Barça llevaba años asomando la cabeza en Europa con tres Recopas seguidas. La primera fue el 25 de marzo de 1984 ante el RK Sloga Doboj de la antigua Yugoslavia en un Palau a reventar en una final a partido único (24-21) con protagonistas como el alemán Wunderlich, Uría, Melo, Castellví, Sagalés y compañía.
El cuadro azulgrana revalidó el título al año siguiente frente al CSKA Moscú soviético con un momento mítico en la historia de la sección. Los moscovitas se habían impuesto por 30-23 en la ida (aún valían más los goles a domicilio) y los azulgranas ganaban en la vuelta por 26-20 en los segundos finales hasta que el mítico 'fly' de Sagalés dio la Recopa al equipo de Valero Rivera (27-20) ante el clamor del Palau.
La tercera Recopa seguida llegó de manera similar contra el Gosswallstadt de la Alemania federal, ya que el Barça venció en la ida por 20-18 y cayó en la vuelta por 21-19 con cinco tantos del emblemático Papitu tras ir 21-17 abajo. El gol definitivo también llegó al vuelo, con el 'Nanu' Serrano como autor.
El Barça ganó la Liga en 1986 y cayó en octavos de la siguiente Copa de Europa ante la constelación de estrellas de la Metaloplastika yugoslava e Veselin Vujovic (52-55 en el global con 30-21 en la vuelta en Sabac). Volvió a la máxima competición continental dos años después y sufrió una decepción en cuartos ante el Drott Halmstad sueco en el que militaba entre otros Ola Lindgren (48-44 con dos derrotas por dos goles).
El equipo seguía creciendo y se plantó en la final de la Copa de Europa en 1990 ante el SKA Minsk soviético, pero no pudo remontar en el Palau el 26-21 que encajó en la actual capital de Bielorrusia (29-27) frente a jugadores de a talla de Iakimovic o Tuchkin. El paso siguiente fue hacia la gloria europea.
1990-91: La primera Copa de Europa
El Barça llevaba años confiando y apostando por un proyecto de cantera con O'Callaghan, Iñaki Urdangarin, Serrano y Oscar Grau, con fichajes importantes como el del central catalán Enric Masip (actual adjunto a la presidencia de Joan Laporta) y el meta Lorenzo Rico más dos extranjeros de renombre como el citado 'mago' Vujovic y el también exyugoslavo Milan Kalina.
Existía el convencimiento en el club y en el equipo que en 1991 llegaría la primera Copa de Europa de la sección y allí fue pese a esta enorme presión. Los azulgranas estuvieron exentos en la primera ronda, masacraron al Sittardia neerlandés en la segunda (75-36), superaron al Nimes galo en cuartos (41-32) y no dieron opciones Eskisehir turco que venía de eliminar al potente Grosswallstadt (71-33 contra los otomanos).
El rival en la segunda final consecutiva de los blaugranas era el Proleter Naftagas Zrenjanin yugoslavo, que preparó una encerrona con un juego en ocasiones violento que no frenaron los colegiados. El 23-21 era un resultado positivo tras haber ido cinco goles abajo. Tras el 11-10 al descanso el Barça tomó tres de ventaja (20-17) en el minuto 57 y ya no se movió el marcador. ¡Campeones!
A las órdenes de Valero Rivera, aquel día jugaron Lorenzo Rico en la portería con 'Barru' de suplente, Grau (1), Masip (2), Chema Paré, Vujovic, Serrano, Fernando Barbeito, Urdangarin (2), el yugoslavo Zlatko Portner y un Sagalés que se retiró al acabar al curso.
1995-96: Empieza una era
Tras caer en 1992 ante el Teka Cantabria por un gol en 'semis' en la defensa del título (38-37 en el global) y hacer lo propio en la siguiente edición también en la penúltima ronda frente al Wallau-Massenheim de la Alemania Federal, el Barça faltó a las dos siguientes ediciones y regresó en la 1995-96 para empezar a hacer historia.
Con el actual técnico Carlos Ortega en sus filas, el actual entrenador de porteros Tomas Svensson, el hispanosoviético Andrei Txepkin y Mateo Garralda más los antes citados y siempre a las órdenes del gran Valero Rivera, el conjunto barcelonista realizó una sensacional Copa de Europa.
El Barça abusó en octavos del GTU Tbilisi georgiano (70-39) y no dio opciones al ASKÖ Linde Linz austríaco en cuartos (47-62) antes de la fase de grupos en un germen de la actual Champions. El equipo acabó primero en el Grupo B con nueve puntos (4-1-1) y se jugó el título con el aún campeón Elgorriaga Bidasoa.
Era una eliminatoria muy abierta sobre el papel, pero Valero Rivera tenía muy claro en plan de partido en la ida en el Palau y sus jugadores lo interpretaron a la perfección con una victoria por 23-15 en la que destacaron Masip y Urdangarin con cinco goles cada uno ante Perunisic, Kisselev y compañía. En la vuelta en Artaleku, 23-23 y la segunda Champions ya estaba en el zurrón.
1996-97: Superioridad total
El bloque era perfecto y ese verano tan solo llegaron el 'gigante' rumano Alexandru Dedu para aportar sobre todo en defensa y el andaluz Quino procedente del Granollers. El caso es que el Barça seguía dando pasos adelante y no tenía rival en Europa, como se demostró en un torneo que seguía evolucionando y presentaba ya cuatro grupos de cuatro equipos.
Tras superar al Kaustik Volgogrado ruso en la ronda previa (71-51 en el global), el cuadro azulgrana brilló con cinco victorias y un empate en la pista del Granitas Kaunas para plantarse en cuartos, donde pasó por encima del PICK Szeged húngaro en el que ya había debutado Laszlo Nagy con 16 años por un espectacular 40-17 en la vuelta en uno de los mejores partidos de la 'era Valero Rivera'.
Sin embargo, en semifinales se rozó la tragedia en el Palau ante el Celje Pivovarna Lasko pese a la victoria por 24-29 en la ida con seis goles de Masip y otros seis de Txepkin. El Barça ganaba por 14-10 al descanso, pero se confió y cayó por 22-26 ante jugadores de la talla de Uros Serbec, Nacinovic, un jovencísimo Pajovic o el meta Dejan Peric quien sería azulgrana una década después. Pasó a la final por un gol.
Esta situación límite hizo reaccionar al equipo, que protagonizó una final sensacional frente al Badel Zagreb de Dzomba y de un Patrik Cavar que encandiló tanto a Valero que fichó ese mismo verano. Los blaugranas sentenciaron en la ida en el Palau con 31-22 con siete dianas de Garralda, quien hizo seis en la vuelta al igual que Masip y Txepkin para un 23-30 que suponía la conquista de la tercera Champions, segunda consecutiva.
1997-98: Cavar lidera la tercera seguida
El fichaje del croata Patrik Cavar fue la gran novedad en el Barça, un nuevo acierto de Valero Rivera que quiso agitar la plantilla para que no se confiase. De hecho, esa fue siempre una de sus prioridades, para lo que creó una disciplina casi militar. El aragonés fue un pionero al entender que el deporte profesional no necesita de romanticismos, sino que se basa en entrenar mejor y más duro que los rivales.
La trayectoria esa temporada fue magnífica, aunque también hubo tiempo para el dramatismo. Tras arrasar al Çankaya Belediye turco (71-42), el conjunto blaugrana fue el mejor de la fase de grupos con cinco victorias y un empate en Braga, por lo que se midió al segundo del grupo D, el Fotex Veszprém.
Y hubo un 'milagro'. El Barça cayó por 33-28 en tierras húngaras y llegó a estar 15-20 abajo en la vuelta... a 10 goles de las 'semis', pero el Palau de las grandes tardes levantó al equipo hasta que Urdangarin anotó el 32-27 en los segundos finales para clasificar al equipo al haber marcado más goles fuera.
Al igual que en la campaña anterior, ese susto caló en la plantilla. Pese al 12-12 al descanso, los catalanes vencieron por 31-22 al Lemgo alemán en la ida de semifinales con nueve goles de Masip y ocho de Cavar (34-32 en la vuelta). En la final ante el Badel Zagreb no hubo color: 28-18 en el Palau y 22-28 en Croacia con 12 goles de Masip entre ambos partidos (¡qué bueno era!) y 11 de Ortega.
1998-99: Exhibición en el Palau
La gran cara nueva en el asalto a la 'quinta' fue el leonés Demetrio Lozano, un francotirador que llegó del Ademar y que después se marcharía tres años después de manera un tanto traumática al Kiel alemán. Por contra, el equipo perdió al 'mago' diestro Fernando Barbeito, un extremo de leyenda.
El Barça arrasó al GTU Tbilisi georgiano en la previa (74-31), repitió el 5-1-0 en la fase de grupos con un empate en la pista del Pfadi Winterthur suizo y sentenció los cuartos contra el Veszprém con un 29-24 en el Palau tras el empate en la ida con siete goles de Cavar y cinco de Ortega.
El drama llegó esta vez en las semifinales contra el Celje en el que militaba el mítico esloveno Uros Zorman. El Barça había caído en la ida por 35-32 con 11 goles de Rastko Stefanovic y seis de un Dragal Skrbic que acabaría vistiendo de azulgrana. Tocaba otra remontada y el Palau volvió a responder para llevar en volandas al equipo a otra final con un 30-26 en una de los mejores partidos en la vida de Carlos Ortega, autor de 12 goles.
El rival en la final fue otra vez el Badel Zagreb, con un intrigante 22-22 en tierras croatas con seis tantos de Rafa Guijosa y en la vuelta el Palau se rindió ante otro de los mejores partidos con Valero en el banquillo, un apabullante 29-18 con ocho goles del extremo izquierdo alcalaíno y un estelar David Barrufet en la portería.
1999-2000: Se cierra una era irrepetible
La quinta Copa de Europa consecutiva y la sexta en total llegó en una de las mejores temporadas de la historia de la sección, en la que se ganaron todos los títulos posibles. Fiel a su costumbre, Valero Rivera mantuvo el bloque y lo adornó con el pivote alemán Christian Schwarzer en un verano en el que Garralda fichó por el Portland San Antonio y Dedu se marchó a la Bundesliga.
Tras el habitual paseo en la ronda previa con un 27-88 global contra el Port Burgas búlgaro, el cuadro azulgrana ganó los seis partidos de la fase de grupos con un espectacular +54 en la diferencia de goles. En cuartos, doble victoria contra el Zaporiyia y palmario 38-49 en el global.
La semifinal frente al Celje quedó sentenciada en la ida en el Palau con una exhibición ofensiva (39-25) que lideraron Guijosa con ocho goles, Masip con siete y Ortega con seis. No obstante, los eslovenos se tomaron muy seriamente la vuelta y ganaron por 27-20 con los azulgranas dejándose ir en la recta final (13-12 al descanso).
Esta vez el sufrimiento llegó en la final en el inicio de una rivalidad histórica frente al Kiel, próximo equipo de Gonzalo Pérez de Vargas. Los blaugranas perdieron por 28-25 en la ida ante un superequipo con os suecos Wislander y Lövgren en el que Perunicic anotó 11 goles y lo secundó con siete Nicolaj Jakobsen, el laureadísimo actual seleccionador de Dinamarca.
Tocaba encomendarse otra vez al Palau y no fallaron ni la afición ni el equipo. En un partido muy serio, el Barça ya había igualado la final al descanso (15-12) y acabó ganando por 29-24 con seis tantos de Masip, que siempre brillaba en los momentos más difíciles. ¡Cinco Copas de Europa seguidas!
2004-05: La séptima llegó con Espar
Valero Rivera ya no ganó más Copas de Europa. En la siguiente temporada perdió la final contra el Portland San Antonio (30-24 en Pamplona y 25-22 en el Palau) y no la disputó en las dos siguientes ediciones. Eso sí, en el curso 2002-03 se ganó la Copa EHF con sendas 'palizas' al Dinamo Astrakhan ruso en la final (23-35 y 33-26).
El aragonés dejó el banquillo en 2004 después de caer eliminado en los cuartos de final de la Copa de Europa por un solo gol contra el Veszprém (59-60) y su lugar lo ocupó el exjugador azulgrana Xesco Espar, quien debutó a lo grande conquistando la séptima Champions de la historia de la sección.
El Barça fue segundo en la fase de grupos ya sin ronda previa con cuatro victorias y dos derrotas (22-21 ante el PICK Szeged que lideró el grupo y 29-27 ante el Constanta rumano) en el título más difícil de todos por lo que se sufrió en cada eliminatoria. El equipo había perdido potencial, pero luchó más que nunca.
El Kiel se impuso en la ida de cuartos por 30-25 y hubo remontada por un solo gol en el Palau (33-27) con seis goles de Jêrome Fernandez y de Dragan Skrbic. En 'semis' ante el Celje se repitió la historia, con victoria eslovena en la ida (34-31) y otra remontada agónica en Barcelona (31-26) en un partido de bombarderos con ocho tantos de Fernandez y siete de Iker Romero.
La final fue otra agonía con celebración por todo lo alto como colofón ante el Ciudad Real después de dos partidos muy 'calientes'. Los alcarreños vencieron por 28-27 en la ida y el Barça lo hizo por 29-27 en el Palau con siete goles de Iker Romero y nueve de un imperial Laszlo Nagy. Espar había dirigido al equipo hacia una épica séptima Copa de Europa.
2010-11: Empieza la era Xavi Pascual
Tras su llegada en febrero de 2009, Xavi Pascual afrontaba su segunda temporada completa al mando del equipo azulgrana. El Barça llegaba a la EHF Champions League 2010-11 con una gran espina clavada tras perder en la final de la anterior edición contra el THW Kiel (34-36), y buscaba 'venganza'.
Sin embargo, en una fase de grupos muy igualada, el conjunto culé quedó sentenciado a la tercera plaza con cinco victorias, tres empates y dos derrotas. El Barça fue superado en esta fase inicial por el Rhein-Neckar Löwen (30-31) y el Chambéry Savoie (27-26) en un serio aviso de la dificultad del campeonato continental.
En los octavos de final, los de Xavi Pascual hicieron valer el 'factor Palau' para superar al Veszprém y pasar a cuartos, donde se midieron a su verdugo del año anterior. Otra vez fue clave el partido disputado junto a su afición para remontar la eliminatoria y completar su particular venganza contra el Kiel.
El Barça tenía una plantilla llena de estrellas como Iker Romero, Nagy, Rutenka, fichado hacía un año por Enric Masip, Raúl Entrerríos o Saric en la portería. Jugadores que en los momentos más complicados sacan su mejor versión, y así se demostró en la 'Final Four'.
El equipo azulgrana ganó al Rhein Neckar Löwen en las semifinales (28-30) y se llevó el título de la Champions después de vencer al Ciudad Real en la final (27-24) con una gran actuación de Noddesbo (8 goles). Primer título europeo de la era Xavi Pascual.
2014-15: La Champions de Karabatic
Nikola Karabatic aterrizó en el Barça en el verano de 2013 con el objetivo de volver a alzar una Champions League. En su primer curso como azulgrana se quedó a las puertas después de perder en las semifinales contra el SG Flensburg (39-41). Pero no iba a dejar escapar otra oportunidad...
El equipo culé inició el curso 2014-15 en Champions con el reto de levantar el trofeo continental cuatro temporadas después de su última conquista. Respecto al anterior título de Champions (2011), el vestuario azulgrana era una mezcla entre caras nuevas con jugadores de alto calibre como el propio Karabatic, Kiril Lazarov o Sigurdsson y otros viejos conocidos como Rutenka, Raúl Entrerríos o Víctor Tomàs.
El cuadro azulgrana firmó una frase de grupos excelente con tan solo una derrota (vs Orlen Wisła Płock) en diez partidos que le permitió afianzarse en la primera posición y avanzar de ronda. Ya en los octavos de final, el Barça arrasó al Aalborg HB, sobre todo con una paliza histórica en el partido de ida (11-31). Tampoco sufrió en los cuartos, siendo muy superior al RK Zagreb.
Y de vuelta a la 'Final Four'. Dicen que los mejores jugadores aparecen en las situaciones más complicadas. Nikola Karabatic es todo un ejemplo. El primera línea francés se echó al equipo a la espalda completando un fin de semana de ensueño en Colonia.
En las 'semis', el Barça superó al KS Vive Kielce (33-28) con ocho goles del francés y en la final otra exhibición de Karabatic (6 goles) para apear MKB Veszprém (28-23). Segundo título de Champions para Xavi Pascual y noveno para el club catalán.
2020-21: El adiós de Xavi Pascual
Se le había resistido al Barça la Champions en los años anteriores por pequeños detalles. Dominador de todas las competiciones nacionales, al equipo culé se le pedía dar un paso adelante en el torneo continental después de seis años sin trofeo.
De la mano de nombres como Dika Mem, Aleix Gómez, Timothey N’Guessan, Luka Cindrić, Ludovic Fabregas o Gonzalo Pérez de Vargas, el equipo culé completó una fase de grupos impecable con catorce victorias en catorce partidos. Todo un aviso de los de Xavi Pascual.
No obstante, debido a la situación generada por el COVID-19, el Comité Ejecutivo de la EHF decidió cambiar el formato de competición y clasificar a todos los equipos a los octavos de final. En esa ronda, el Barça sometió al Elverum Handball noruego e hizo lo propio con el Brest GK Meschkow en los cuartos.
Llegaba la 'Final Four', y el FC Barcelona olvidó los fantasmas del pasado con una cómoda victoria ante en Nantes en las 'semis' (31-26). Y, en ningún caso le tembló el pulso en la final, con un triunfo incontestable contra el Aalborg (36-23) liderado por la eficacia de Aleix Gómez desde el extremo (9 goles).
El equipo que dirigía Xavi Pascual logró ganarlo todo en la temporada 2020-21, pero no evitó que la nueva junta entrante presidida por Joan Laporta prescindiera de sus servicios en una de las decisiones más polémicas de toda la historia de la sección. De esta manera, el técnico barcelonés dijo adiós al club azulgrana después de doce años y 61 títulos en su palmarés.
2021-22: El debut soñado de Carlos Ortega
Tras la salida de Pasqui, el Barça apostó por la incorporación de Carlos Ortega, que llegó tras su paso por el Hannover-Burgdorf alemán. Sin lugar a dudas, el técnico malagueño no tenía por delante una situación sencilla, con la obligación de sustituir a un entrenador histórico que lo había ganado todo en su último año.
Pero no le pesó esta responsabilidad. Ortega trabajó en silencio y fue capaz de darle continuidad al equipo a pesar de los recortes en el presupuesto. En la Champions, llegaron hasta tres derrotas y dos empates en los catorce encuentros de la fase de grupos que encendieron las primeras alarmas. Nada más lejos de la realidad.
Clasificados directamente a los cuartos de final como segundo clasificado, el Barça sacó su mejor versión para ganar tanto la ida como la vuelta al SG Flensburg y así plantarse en la 'Final Four'. Era la primera vez en Colonia con Carlos Ortega en el banquillo, y salió a las mil maravillas.
El equipo culé venció al THW Kiel en las semifinales (30-34) y dejó la épica para la final. En un partido muy igualado, el Barça necesitó de una dramática tanda de penaltis para superar al Kielce y revalidar el título de la Champions. Un hito para la historia, ya que nadie había levantado dos títulos europeos consecutivos en el formato de Final a Cuatro. Anteriormente, el conjunto culé ya había logrado ser campeón de Europa de manera consecutiva, cuando se proclamó campeón europeo durante cinco temporadas seguidas (1996-2000).
2023-24: La última Champions azulgrana
El Barça no pudo lograr la triple corona consecutiva tras caer contra el Magdeburgo por penaltis en la temporada 2022-23. Después de este varapalo, el equipo culé inició el curso siguiente con la reconquista de la Champions entre ceja y ceja.
Los de Carlos Ortega, con apenas novedades en el equipo, iniciaron el curso europeo con una fase de grupos notables (11 victorias y 3 derrotas), tan solo superado en la clasificación por su bestia negra del Magdeburgo. Pero sirvió para apuntalarse en la segunda posición y pasar a cuartos.
Delante tenía a un PSG construido por y para conquistar la Champions, pero el Barça sentenció la eliminatoria en el partido de ida con un partido muy serio en todas las líneas. La derrota por la mínima en el Palau Blaugrana fue una anécdota.
Ya en Colonia, el conjunto culé pasó por encima del THW Kiel en las semifinales (30-18) y se encontró con el Aalborg en la final. Los azulgranas sudaron la gota gorda para superar a los daneses, pero se llevaron para casa la duodécima Copa de Europa (30-31) en un partido con acento francés por las excelentes actuaciones de Melvyn Richardson (8 goles) y Dika Mem (7). Segunda Champions en tres años para Carlos Ortega.
Una Final Four de alta tensión
La ambición, el trabajo, el esfuerzo o la capacidad de superación son innegociables en el Barça de balonmano. Con un carácter ganador en la sangre, los jugadores azulgranas demuestran año tras año que no se cansan de ganar y que siempre van a por más.
Después de levantar la última Champions, el cuadro dirigido por Carlos Ortega busca revalidar este preciado título. El Barça quiere el decimotercer trofeo europeo, y tiene por delante una oportunidad tras clasificarse por séptima vez consecutiva a la 'Final Four'.
En esta edición, el equipo culé ha vuelto a demostrar su fuerza dentro del balonmano europeo. En la fase de grupos, los azulgranas tan solo perdieron dos partidos y lograron finalizar en la primera posición. Exentos de jugar los octavos, se midieron al SC Pick Szeged en los cuartos.
El equipo culé ya encarriló la eliminatoria en su visita a tierras húngaras, donde vencieron por tres goles (24-27). Y, posteriormente, sellaron el pase a las semifinales ganando por la mínima junto a su afición en el Palau Blaugrana (30-29).
Para iniciar la 'Final Four' de este fin de semana, el Barça se enfrentará en las 'semis' del sábado (18:00 h) al Magdeburgo. La particular 'bestia negra' aparece de nuevo en el camino azulgrana, aunque no será la primera vez que se crucen este curso. En la fase de grupos, el equipo de Carlos Ortega ganó en casa por 32-26, mientras que cayó en su visita a Alemania por 28-23.
En el otro lado del cuadro, Füchse Berlin y HBC Nantes se miden para ganarse un hueco en la final del domingo. Tras ganar la Copa del Rey, el Barça llega con la moral alta, pero conquistar otra vez la Champions League no será para nada sencillo. Todo preparado para una 'Final Four' de alta tensión.
