Ansu Fati's talent does not have a price

Ansu Fati's talent does not have a price

Joan Mª Batlle
Las imágenes del intocable Ansu Fati
Las imágenes del intocable Ansu Fati | sport

Hacía tiempo que no le veíamos, así que teníamos muchas ganas de verle. Y es que Ansu Fati es uno de esos futbolistas tocados por la mano de los dioses, un jugador que cuando está en el campo siempre hace que ocurra algo. Su debut, en la segunda jornada de Liga ante el Betis, ya fue impactante. Y una semana después, en el campo de Osasuna, se estrenó como goleador nada más salir al terreno de juego, tras el descanso, para enmendar el entuerto que estaban protagonizando sus compañeros, los mayores, los consagrados.

Entonces tenía dieciséis años y en poco tiempo se convirtió en el segundo internacional sub 21 más joven de la historia, en el goleador de la Champions más joven de la historia... historia siempre ligada a su condición de niño prodigio. A sus dieciséis años, a los diecisiete ahora, más que sus exquisitas cualidades, lo mejor que le adorna es una madurez fuera de lo común. No hay reto que le frene. Un jugador así no tiene precio. 

YA ES UN CRACK. Parece que el Manchester United lo ha intentado en las últimas semanas, primero cien millones, después ciento cincuenta... Si esto no fuera fútbol, si esto fuera una empresa al uso, el negocio sería incuestionable. Pero esto es fútbol y el fin último no es hacer dinero, sino invertirlo en el espectáculo y la satisfacción de los aficionados, en el caso del Barça, además, sus socios y propietarios. Y los socios no tienen afán de lucro, tiene afán de triunfos, de alcanzar la felicidad colectiva a través del talento de sus jugadores. Ansu Fati les va a dar ambas cosas, se ve a la legua, tiene al aroma de los grandes cracks.

A su edad, es lo más parecido a Messi. Con la pelota en sus pies, el peligro se masca; es atrevido, tiene una cabeza privilegiada para pensar y ejecutar el fútbol, ve muy clara la jugada si la inicia o la sigue y la ejecución si es que la finaliza. No hay más que estudiar sus acciones. Su último gol al Leganés es un ejemplo. Antes de recibir el balón ya se perfila y tiene el disparo en mente. Arma la pierna con rapidez y seguridad, por eso el defensa rival no le puede bloquear. Tiene casi todo lo que tienen los cracks. Ya es un crack, no me cabe duda.

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