Hace unas semanas, en un evento de la marca Limar, el siempre combativo David de la Cruz nos atendía muy amablemente para hablar de pasado, presente y futuro.
El ciclista español, que este 2022 afronta su primera temporada en el equipo Astana Qazaqstan Team, nos contaba un poco todo lo que rodea su situación actual en el mundo del ciclismo.
Inicialmente nos comentaba la frustración que le generó el reciente Giro de Italia. Por diferentes circunstancias David no pudo estar al nivel esperado y finalmente optó por abandonar la ronda italiana. Una decisión que nunca es plato de buen gusto pero que se tomó en vistas a los objetivos de la segunda parte de la temporada. Especialmente con la siempre favorable Vuelta a España en la cabeza.
Posteriormente también nos acercábamos a sus inicios en el mundo del atletismo y nos comparaba un poco la relación que existe entre ambos deportes. De forma muy argumentada también nos contaba cuál de los dos deportes le parecía más duro.
Cada vez parece más clara la importancia de una buena ingesta de carbohidratos
En cuanto a la dieta y a la pregunta de si un ciclista profesional pasa hambre, David nos relataba que ya no sigue la paleo dieta y que cada vez parece más clara la importancia de una buena ingesta de carbohidratos. Tanto en el equipo UAE como en el Astana se trabaja en esta línea, pero cada equipo tiene sus matices así que David ha ido moldeando su relación con la comida a través del ensayo y error.
El catalán también nos dejaba claro, y de una forma muy tajante, que el deporte de Élite no es salud. Se le exige demasiado al cuerpo en todos los aspectos y la ingesta de carbohidratos y azucares tan alta le pega unos viajes al cuerpo que no son saludables. “hay que saber diferenciar entre la dieta de una persona normal y la de un deportista de élite”.
Finalmente, y después de hablar de la relación con el nutricionista, con la báscula y de los posibles cambios en el calendario de cara a la siguiente temporada, David nos dejó una exclusiva muy interesante cuando le preguntamos por su problema con los descensos.
“En el pelotón profesional se pasa miedo. Una caída a esa velocidad, con la protección que tenemos, quitando el casco, el resto es papel.
David, que empezó tarde en el mundo del ciclismo reconoce también que esa aparición tardía puede haberle lastrado cierta destreza técnica. En varias carreras reconoce también no haber conseguido el resultado deseado por culpa de las bajadas.
El ciclista del Astana ha trabajado con varios entrenadores de descensos y ahora lo hace junto a un psicólogo para mejorar todo este tema. La idea es conseguir que los descensos ya no sean un lastre y que pueda aguantar el ritmo del pelotón sin tener que sufrir más de la cuenta.