Seguramente, alguna vez te habrás preguntado si puedes usar tus pedales automáticos de Mountain Bike en la bicicleta de carretera y viceversa. Es una duda extendida en el mundo del ciclismo y pertinente cuando tienes dos bicicletas en casa.
Pues bien, a continuación explicaremos las principales diferencias existentes entre unos y otros para que puedas decidir cuál es más adecuado para tu bicicleta. Como pasa con muchos aspectos, no hay una decisión salomónica y cada uno podrá escoger en función de sus necesidades y gustos.
El pedal es uno de los puntos de contacto que tenemos con la bicicleta. Es la principal unión, junto con las manos y el sillín. Gracias a los pedales, podemos aplicar toda la fuerza y potencia para movernos con la bici y avanzar.
En función del tipo de ciclismo que practiquemos, encontramos distintos tipos de pedales y de calas que nos anclan a la bici. A grandes rasgos, están los de carretera y los de Mountain Bike.
En la actualidad, todos ellos están compuestos por un sistema automático que se compone del propio pedal, sujeto a las bielas de la bicicleta, y unas calas, que se ajustan en las zapatillas.
Pero, ¿por qué usar pedales automáticos?
Los principales motivos, entre otros, son los siguientes:
Existen diferencias sustanciales entre los pedales automáticos de Mountain Bike y de carretera.
Llegados a este punto… es más fácil responder a la pregunta de: ¿Puedo usar pedales automáticos de Mountain Bike en carretera? La respuesta es sí, pero con matices. Usar, se pueden usar, pero esta decisión siempre estará condicionada por las necesidades que uno tenga cuando sale a rodar en bicicleta.
En general, lo más habitual montar pedales de Mountain Bike en una bicicleta de carretera que no a la inversa. Y es que, como hemos visto, los de MTB ofrecen un mayor juego, son más fáciles de soltar en caso de problema y se adaptan mejor, gracias también a las zapatillas, a más tipos de terrenos.