Inicio ciclismo profesional  Superman López – Enric Mas: la emoción frente al ticket de la...

 Superman López – Enric Mas: la emoción frente al ticket de la compra 

Superman López, en plena ascensión al Gamoniteiru | EFE

Mas es un ciclista que no te llega y que, sin embargo, logra mejores clasificaciones que un ciclista que se mueve por todas partes: Miguel Ángel López. ¿Compensa?

Corren en el mismo equipo: Movistar. Solo les separa un año de diferencia: los 26 años de Enric Mas frente a los 27 de Miguel Angel López. Pero al margen de eso las distancias son abundantes. Uno juega al ataque. El otro a la defensiva. Es la misma diferencia que existe entre una clase de literatura o de matemáticas: la diferencia entre crear números o emociones.

Enric Mas es el ticket de la compra. López el probador donde nos probamos la ropa. Mas no arriesga ni para ir a comprar un décimo de lotería en Navidad. López, sin embargo, está en todas partes como los ciclistas de antes. Por algo ya ha ganado el premio a la combatitividad y le apodan Superman. Hace días puso en Twitter una fotografía de su hijo viéndole a través de televisión y lo acompañó con esas palabras: “Pedalear y saber que ellos me ven y me apoyan desde casa”. Fue un retrato maravilloso del ciclista que al día siguiente ganaba la etapa reina de la Vuelta a España.

Mientras tanto, en Twitter se referían a Enric Mas como el récord mundial del aburrimiento. No le amenazó ni con un mordisco a Roglic. Jugaba al empate a cero. Y eso crea desesperación. La desesperación de querer ver atacar a un ciclista en el que crees y que ese ciclista no ataque ni a tiros. La paciencia se cansa y, mientras tanto, uno ve a López. Y ve a un tipo que apela a la heroica. Que te recuerda que el ciclismo no solo son números. Que también son emociones. Que vivir sin emociones es crear indiferencia.Y el ciclismo no es eso. Es más, ese ciclismo es totalmente incompatible con nuestra paciencia.

La diferencia es que Enric Mas está segundo en la general. Y le saca 23 segundos a López. Incluso podríamos recordar que Enric Mas, que ha sido quinto en un Tour, tiene mejor palmarés en las grandes Vueltas. Nadie puede rebatir lo que autorizan los números. Pero sí podemos preguntar ¿qué vale más? ¿Qué preferimos los aficionados que tenemos derecho a dar nuestra versión? Y en esa versión difícilmente encajan los ciclistas que viven sin arriesgar. Que no son malos ciclistas y que quizás sean hasta más prácticos que los que arriesgan. Pero, al final, los ciclistas son recuerdos por encima de todo. Y a uno, más allá de la clasificación, se le ocurre poca cosa que contar de Enric Mas en esta Vuelta. Que sí, que llega casi siempre en el grupo de los mejores, pero, más allá de eso, te deja el estómago vacío.  Ni un rato de caos. Nada de rebeldía frente al poder. Todo en orden como los recibos de la luz.

Ojalá Enric Mas me contradiga lo antes posible (encantado). Pero llevo muchos años viendo ciclismo. He aprendido por experiencia que de las clasificaciones uno se olvida pero de las emociones no. Esas a veces nos acompañan toda la vida. Son las que marcan la diferencia y las que explican que todos fuesemos un trozo de Superman Lopez en el ascenso al Gamoniteiru. Porque la locura es conflicto, es compromiso, es pura emoción. Justo lo que necesitamos ver ahora que hemos vuelto de vacaciones. Y en ese escenario seguimos esperando a Enric Mas.

 


Suscríbete a nuestro newsletter

Recibe en tu correo lo mejor y más destacado de BICIO

Deja un comentario

Please enter your comment!
Please enter your name here

Con la publicación de un comentario acepto expresamente recibir la newsletter y soy conocedor de que puedo darme de baja en cualquier momento de acuerdo a nuestra política de privacidad