El ciclismo sigue innovando a nivel tecnológico y el Giro de Italia 2022 es el ejemplo más reciente de que las marcas no dejan de trabajar en rendimiento y aerodinámica para mejorar las prestaciones de sus productos.
En la contrarreloj de la segunda etapa vimos algo realmente llamativo. Simon Yates, del equipo BikeExchange Jayco, se plantaba a la línea de salida con el clásico buzo de contrarreloj. Pocas horas más tarde hemos sabido que no era ni muchísimo menos el clásico maillot ajustado que se utiliza para esta modalidad. Se trataba de un maillot de 3200 euros de precio. El más caro de la historia hasta la fecha.
El maillot, pese a llevar el logo de Ale Cycling, patrocinador oficial del equipo, estaba desarrollado por la importante y famosa empresa Vorteq. Seguramente la empresa más puntera en lo que a aerodinámica deportiva se refiere.
Lo cierto es que no le fue nada mal el traje ya que contra todo pronóstico marcó el parcial más rápido en el punto intermedio. El británico voló literalmente en la parte más llana del recorrido y mantuvo la diferencia en la parte más exigente.
Dicho resultado le valió para salir como el mejor favorito para la clasificación general y para distanciar, de forma más o menos considerable, a sus rivales directos.
La empresa Vorteq lleva años trabajando en la pista y es un habitual de muchas selecciones europeas. La organización invierte muchísimo tiempo en la investigación y el desarrollo de sus productos y consigue sacar al mercado unos productos con características únicas.
