El robo de bicicletas se ha convertido en una actividad delictiva cada vez más profesionalizada.
El elevado precio de las bicicletas sumado a la creciente e insatisfecha demanda del sector, provoca que desafortunadamente cada vez se produzcan más robos de bicicletas.
Unos robos, que como en el caso de la selección italiana de pista, son minuciosamente programados.
Los ladrones saben perfectamente lo que buscan y obviamente siempre que pueden se decantan por los modelos de alta gama.
Algunos integrantes de la selección italiana, que se encuentra disputando hasta este domingo el campeonato del mundo de ciclismo en pista, lo sufrieron en sus propias carnes.
En concreto se ha denunciado el robo de 20 bicicletas que se encontraban dentro del furgón de material.
La camioneta, que estaba aparcada en una zona privada del hotel, fue el objetivo de uno criminales que sabían perfectamente lo que hacían.
Según informa La Gazzetta, de las 20 bicicletas, 15 eran de pista y 5 de ruta. Entre ellas se encontraban las del equipo de persecución.
Unas preciosas Pinarello, que han dado un enorme resultado al combinado nacional. Tanto en los Juegos Olímpicos como en el mundial, los italianos han sido los grandes dominadores.
Se calcula, que estas bicis tienen un precio de unos 30.000 euros la unidad. A ellos hay que sumarles el elevado coste de otros componentes personalizados como los manillares. Unos manillares que fueron creados milimétricamente para cada corredor.
Basta con hacer cuatro números para darse cuenta de que si cada bicicleta sobrepasa los 30.000 euros fácilmente la cantidad del robo se acerque al medio millón de euros en material.
Al margen del tema económico es precisamente la pérdida del material customizado lo que más molesta a los atletas. Hay que recordar que las horas de estudio tecnológico y biomecánico detrás de estos productos es enorme.
Pinarello no ha tardado en denunciar lo sucedido en sus redes sociales y ha pedido colaboración acerca de cualquier información que pueda aparecer al respeto.
Se hace complicado imaginar que estas bicicletas puedan tener una salida rápida en el mercado y que por lo tanto los criminales puedan hacer caja con ellas.
El material es muy especifico, su demanda no es como la de las bicicletas de carretera y un producto de tan alta gama llamaría rápidamente la atención en cualquier velódromo o tienda de ciclismo.
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