Raúl García Pierna: “No me aburrí en ningún momento. Una aventura así da para mucho”.

Publicado por
Pau Mitjans
Publicidad

867 kilómetros entre la Puerta del Sol y el Cap de Creus, en cinco días y en bicicleta de gravel. Esta ha sido la última aventura del ciclista Raúl García Pierna (Madrid, 2001) del equipo Kern Pharma. Un experiencia que le ha servido tanto en lo personal, como en lo profesional. Un joven que sueña con ser campeón del mundo algún día, pero que tiene muy claro que debe seguir creciendo en un equipo que le ofrece las herramientas.

¿Qué tal, cómo estás? ¿Ya en plena pretemporada?

Sí, ya estamos en pretemporada. Terminé el año en los mundiales de carretera, después estuve un mes de vacaciones y ahora he empezado a entrenar de nuevo. 

Publicidad

Y lo has hecho con esta aventura de gravel de casi 900 kilómetros…

Creo que era el momento ideal para hacer una cosa así porque es una época de hacer fondo, de echar horas y no tienes que hacer intensidad. Hablé con Miguel Silvestre, que suele organizar rutas de este tipo con su proyecto ‘Kilómetro Cero’ y que es amigo de mi padre, y me propuso hacer el recorrido entre la Puerta del Sol (Madrid) y el Cap de Creus (Girona) para reconocerlo y probar qué tal. No me lo pensé dos veces.

¿Cómo se lo propones a tu equipo, el Kern Pharma?

Publicidad

Ellos ya saben que me gusta probar otras disciplinas, a parte de la carretera. También hago pista, por ejemplo. Y esto surgió sin más. Se lo pregunté a mi preparadora Iosune Murillo, que es la que controla todo, y me dijo que no había ningún problema. Vimos que tanto las fechas como los recorridos cuadraban perfectamente con mi pretemporada.

¿Te acompañó alguien o fuiste solo?

Fui solo. Miguel Silvestre organiza este tipo de eventos, pero en este caso fui solo. 

¿Qué recuerdas de la salida en la Puerta de Sol?

Publicidad

Pensaba… al final va a ser verdad que la broma va en serio y que nos vamos al Cap de Creus [risas]. Ese día dormí en Madrid, porque vivo en Tres Cantos, y así me ahorré el desplazamiento. Hicimos un par de fotos y empezó la aventura. Fue muy bonito salir de Sol, del centro de todas las carreteras, y pasar por Cibeles, por el centro de Madrid… antes de pisar los primeros caminos. Impresionaba pensar que en cinco días iba a estar en el Cap de Creus, que está tocando a Francia, después de cruzar media España.

¿Cómo valoras la experiencia y este viaje contigo mismo?

A mí, de por sí, ya me gusta rodar solo. También me gusta salir con la grupeta y con amigos, pero no me importar ir solo. En este caso, además, no consistía en rodar por un sitio conocido. Al contrario. Me permitía descubrir lugares nuevos. Por Guadalajara, por ejemplo, había pasado muchas veces en coche, pero esta vez, gracias a la bici, descubrí sitios que no conocía. Mucha gente me preguntaba: “¿No te aburrías?”. Y la verdad es que no. En ningún momento tuve la sensación de aburrimiento. Tienes tus ratos para pensar, para descubrir, para disfrutar, sufrir…

La equipación de Raúl García Pierna – Foto: V. Sanchis (Kern Pharma)

¿Por qué te decidiste por la bicicleta de gravel?

El gravel es una disciplina que practico mucho. Me decanté por este tipo de bicicleta porque tienes la posibilidad de ir por carretera y por pista a buena velocidad. El terreno, además, era ideal. La gravel es muy polivalente y te da muchas más oportunidades para tocar campo. 

No eres el primero que se embarca en una aventura así. Por poner dos ejemplos, ya hemos visto a Lachlan Morton o a Luís Ángel Maté apostar por el bikepacking… ¿te han inspirado de alguna forma?

La verdad es que no. A mí me lo propuso Miguel Silvestre y con los amigos de grupeta también habíamos hablado de hacer algún viaje así. De hecho, por eso tenía las bolsas de bikepacking. Así que no me inspiré en nadie. En este sentido, lo he hecho con la filosofía de Kilómetro Cero y adaptándome a mis entrenamientos. 

¿Recomiendas esta experiencia a otros ciclistas?

Totalmente. Con amigos de la grupeta ya estamos organizando una y la intentaremos cuadrar con el calendario. Y no tiene por qué ser un plan cerrado. La idea es plantear unos recorridos y simplemente disfrutar del deporte, de la bicicleta. Si eres profesional, además, te sirve para entrenar.

Y más allá de esta aventura, ¿qué tal este primer año como profesional con el Kern Pharma?

Bien, contento. Sinceramente, podría haber ido mejor, pero también peor. En general, tengo que estar contento con algunos momentos y aprender de las cosas que he podido hacer mal para mejorar. En cuanto a la adaptación, como el año pasado estaba en el Lizarte, la estructura es la misma. Entonces, por la parte del staff y de los compañeros, muy bien. Es como una gran familia. Hay mucha confianza entre todos. Haber pasado por el mismo equipo desde amateur es algo que te une y que ya llevas en común. 

Para aquellos que aún no te conozcan, ¿qué tipo de corredor es Raúl García Pierna?

Soy un ciclista muy completo. Me defiendo bien en la contrarreloj, llaneo bien y creo que subo bastante decente, aunque cuando llegas a profesional, lo de hacer distintas cosas bien… [risas]. Con hacer una cosa bien ya tienes suficiente. Pero sí que creo que soy un corredor completo y tengo una buena punta de velocidad cuando hay fatiga en las piernas, algo que me ha dado la pista. 

¿Por dónde pasa tu 2022?

Aún no tengo un calendario cerrado, pero sí que me gustaría centrarme bastante en la contrarreloj individual. Es algo que este año no he trabajado todo lo que me gustaría y aún así se me ha dado bastante bien en sub-23. Pero el planteamiento es estar en la mejor condición para que cuando el equipo me dé cierta libertad en una carrera, estar bien y responder. 

Y ya la última… ¿algún sueño de futuro?

Por soñar… me gustaría ganar un mundial. Poder llevar todo un año el arcoíris y todo lo que conlleva, sería un sueño. Ser campeón del mundo sería el tope para mí. 

Un tramo de carretera de la aventura de Raúl García Pierna – Foto: V. Sanchis (Kern Pharma)
Publicidad
Comparte
Publicado por
Pau Mitjans