¿Qué esperar en los próximos meses de carreras? 6 conclusiones tras París Niza y Tirreno Adriatico

Publicado por
Borja Barbesà
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1-Pogačar asusta más que Roglič

Como en cualquier prueba por etapas que disputan de un tiempo a esta parte sin la presencia del otro, ambos corredores eslovenos partían como máximos favoritos. Así, no solo se trataba de comprobar si en efecto Roglič se llevaba la victoria en Francia y Pogačar en Italia. Había que comparar ambas victorias para medir ambos corredores entre ellos.

Pues bien, Roglič ha sufrido bastante más que su joven compatriota, mostrando una mínima vulnerabilidad totalmente inadvertida en Pogačar. El corredor del UAE Team ha transmitido una suficiencia insultante, distanciando sus rivales en el momento que ha querido, ya sea en un sprint en ligera cuesta o en todo un puerto de rampas duras.

Intratable | AFP

A favor de Roglič hay que reconocer que París Niza ha resultado más dura que Tirreno Adriatico, con más etapas comprometedoras y con meteorología más hostil. Y además, ha entrenado un aspecto importante: saber sufrir, saber sobrevivir a momentos en los que uno se halla contra las cuerdas. En todo caso, la semana nos deja la impresión que, en el mano a mano, Pogačar ahora mismo es inabordable.

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2-INEOS, una superplantilla sin líder claro

Ya se observó el año pasado, la grave lesión de Bernal lo acrecentó en enero y el mal inicio de Carapaz lo refrenda. A día de hoy, el equipo británico no tiene una alternativa clara a Pogačar y Roglič en las vueltas por etapas.

El ecuatoriano tenía la oportunidad de medirse contra Pogačar en Tirreno Adriatico pero se retiró a media carrera por, oficialmente, problemas estomacales. Su primer gran objetivo es el Giro de Italia y está a tiempo de ponerse a punto, pero si transmite confianza es por la ausencia de ambos corredores eslovenos en la Corsa Rosa.

En París Niza, Adam Yates y sobre todo Daniel Felipe Martínez han dado indicios de no andar tan lejos de Roglič. A pesar de que por ahora ese nivel todavía sea insuficiente, su desempeño avala que sean los elegidos para liderar el equipo en el Tour de Francia una vez Carapaz se fija en el Giro. Otra cosa serán las expectativas con las que se acuda. Ahora mismo, el objetivo sensato es subir al podio.

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3-Hay que ajustar expectativas con Evenepoel

Venía de vencer en Algarve contra unos rivales de nivel, pero no del máximo nivel. Y de una temporada de reconstrucción tras un grave accidente. Nunca había competido contra Pogačar en una prueba por etapas… y por una razón u otra ha salido escaldado. Empezó muy bien, siendo segundo en la crono inaugural solamente superado por Ganna. Pero a la que aumentó la exigencia escaladora se le empezaron a ver las costuras. En la etapa de montaña, con doble subida al Cippo di Carpegna, se descolgó de un pelotón en el que todavía aguantaba una treintena de corredores. Lejos de abandonarse, fijó su ritmo y llegó a meta el 13º.

Se puede discutir si su rendimiento en subidas de entidad se debe a la caída de 2020 o si en cualquier caso este tenía que ser su nivel. Da un poco igual. El caso es que hoy por hoy sus resultados en esta faceta no le dan para luchar por ganar una gran vuelta mínimamente normal. Y todavía menos ser el antídoto de los eslovenos en las tres semanas.

Sigue siendo muy joven y tendrá algo de margen de mejora. Pero debe enfocar sus objetivos a partir de los terrenos en los que sí tiene un diferencial favorable: contrarrelojes, etapas quebradas, perfiles ondulados donde rodar en solitario. Sin descartarlo a perpetuidad, siempre ha habido ciclistas de primerísimo nivel que no han ganado nunca el Tour de Francia. Puede ser uno de ellos y aun así dejar huella en la historia de este deporte. Porque tiene capacidades para ello. Próxima cita, la Itzulia.

4-Van Aert se lo toma de otra manera

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En entrevistas de pretemporada, el corredor belga comentó que en la campaña de clásicas de primavera de 2021 acusó el desgaste de Tirreno Adriatico. Cabe recordar que ahora hace un año se embarcó en una lucha preciosa por la general de la carrera italiana. Fueron siete días muy intensos, durísimos, con condiciones meteorológicas adversas y un Pogačar insaciable. Van Aert quedó segundo, dio una gran impresión, se fue contento pero, dice, perdió frescura en las semanas siguientes.

Para evitar que esto se repitiera, él y el equipo han optado esta vez por otro enfoque: competir en París Niza junto con su compañero Roglič y que fuera éste quien acarreara con la responsabilidad de asaltar la general. Y todo ha salido según lo guionizado: Van Aert se llevó su etapa, estuvo cerca de vencer en otras y se permitió el lujo de levantar un poco el pie al final de dos parciales.

Ese ahorro previo se ha podido empezar a rentabilizar en la etapa de Niza, en la que fue clave para que a su compañero no se le escapara la victoria final.  A partir de ahora, habrá que comprobar si esta semana de correr con la calculadora le da réditos favorables en las grandes clásicas que se avecinan. Para empezar, el próximo sábado camino de Sanremo. Y luego en las principales citas del adoquín.

5-Landa vuelve a dar motivos de fe en clave Giro

El landismo vuelve a ver crecer su parroquia. Tras un 2021 que empezó bien, pero se volvió desdichado, las expectativas en relación al alavés andaban bastante frías. En su debut en Andalucía el pasado febrero se le vio poco. Estaba en construcción. Pero esta semana ha reaparecido en la Tirreno Adriatico y ha hecho levantar las cejas cada día un pelín más. Su crono fue floja, como casi siempre, pero en las etapas de media montaña apareció siempre muy adelante, con gesto propositivo.

Será este el año de Mikel Landa?

Esta actitud fue a más el día de la alta montaña, donde se mostró ofensivo, generoso y con piernas. Solamente Pogačar estuvo por encima, hecho que le aupó al podio final. El año pasado también pisó este mismo tercer escalón en la carrera del tridente, y ahora ha repetido junto a los dos primeros del pasado Tour de Francia, el niño prodigio esloveno y Vingegaard. Como mínimo, en esta prueba le está quedando una notable colección de imágenes para enseñar a los nietos.

Lo más importante, sin embargo, es lo que esto propulsa en clave Giro de Italia: el rendimiento de Landa nos dice que estará listo, que llegará bien. Y añadimos: en una participación buena, pero sin los dos cocos eslovenos, ¿hay alguien invencible para él? ¿A quién hay que temer? Seguramente la respuesta es al propio Landa, al infortunio, al sino despiadado que a menudo acompaña a un corredor diferente.

6-Alaphilippe deja dudas

Momento de la caída de Alaphilippe

El corredor francés es aficionado a llamar la atención, pero voluntariamente o no, también a desconcertar. No se sabe muy bien qué esperar de él en las próximas y relevantes semanas. Sus prestaciones en la Tirreno Adriatico (y dos días antes en Strade Bianche, con caída circense incluida) han sido pobres. Ha sido protagonista, se le ha visto, algo que aun enyesado parecería capaz de cumplir, pero nada en términos de resultados.

¿Va corto de forma? ¿Le afectó la caída camino de Siena? ¿Está jugando al despiste? Esta última hipótesis parece algo improbable, alguien como él no renunciaría a la gloria si estuviera a su alcance. Pero quizás, una vez no se ve para ganar, es alguien capaz de exagerar hasta sus debilidades. Sus dos títulos de campeón del mundo fueron ganados tras sendas exhibiciones. Pero los obtuvo viniendo de semanas de resultados algo descafeinados para un corredor de su nivel.

Por todo lo expuesto, estas dudas que genera no deberían llevarnos a descartarlo. Es perfectamente capaz de estar en la pelea ya el próximo sábado en Sanremo. Nunca haríamos de menos a Alaphilippe, en cualquier momento puede irrumpir su gran show.

 

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Borja Barbesà