¿Qué es un ciclista amateur, pro y aficionado? Principales diferencias

Publicado por
Aleix Serra
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Aunque todos los que montamos en bicicleta nos consideremos ciclistas conviene recordar que hay diferentes categorías dentro de este colectivo. Profesionales, amateurs y aficionados. ¿Quién es quién? A continuación, vamos a dejar claras las principales diferencias entre cada grupo.

Ciclista amateur

Empezamos por el ciclista amateur. Aquel que se entrega en cuerpo y alma por este deporte pero que no es un profesional de la bicicleta. Con ello nos referimos a que compite, pero no percibe un salario por hacerlo. Países como España, Italia, Francia, Bélgica, Colombia o el Reino Unido tienen una gran cantidad de ciclistas amateurs. Estos países con una enorme tradición ciclista son los que presentan más competiciones para deportistas amateurs.

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El nivel de la categoría es altísimo y la mayoría de ciclistas que están delante en las carreras bien podrían ser profesionales en algún equipo. En el caso de Francia, el nivel es tan alto y la cantidad de ciclistas amateurs tan enorme, que existen diferentes categorías dentro de este mismo grupo de deportistas. De esta forma todo el mundo puede competir con ciclistas de más o menos su nivel y pasar grandes jornadas sobre la bicicleta.

El deportista amateur no deja de ser un profesional sin salario. Los amateurs que se lo toman en serio tienen un enorme mérito y es que la gran mayoría tiene que compaginar el ciclismo con otras tareas como los estudios o el trabajo. Entrenar 20 horas a la semana trabajando tiene un gran valor y es que no es fácil salir a por 4 horas después de un turno de 8 horas laborales.

Dentro del colectivo de ciclistas amateurs también deberíamos incluir aquellos supuestos ciclistas profesionales que no perciben un euro por sus competencias. Tristemente esta es una realidad desde hace años y es que varios ciclistas llegan a pagar para ser profesionales. Este ciclismo que no se ve es una realidad latente en gran parte de los países del mundo. Personas que lo sacrifican absolutamente todo por este deporte y que pese a tener una licencia profesional no perciben una compensación como tal. Equipos que se hacen y se deshacen en intervalos demasiado cortos de tiempo, equipos que no pagan a sus corredores y un sinfín de situaciones que ponen de manifiesto la precariedad del ciclista amateur.

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Dentro del ciclismo amateur hay dos categorías. La categoría sub23 y la categoría elite. Los primeros, como su nombre indica, tienen menos de 23 años, mientras que para los segundo no hay un grupo de edad.

El hecho de que las grandes estrellas del ciclismo mundial empiecen a despuntar tan jóvenes todavía propicia más esta delicada situación para los ciclistas amateurs. A los 25 años ya pareces un abuelo y aunque estés ganando carreras es realmente complicado que un equipo te dé la oportunidad. Bajo mi punto de vista, más equipos deberían echar un ojo a las competiciones amateurs. Hay mucho talento por explotar.

Algunos equipos amateurs tienen una infraestructura que bien podría ser de un equipo profesional de tercera división

Ciclista profesional

El ciclista profesional, conocido también como pro, es aquel que vive del ciclismo. Un ciclista profesional es el que tiene contrato con un equipo y percibe una compensación por defender los colores del conjunto en las diferentes competiciones.

En la actualidad son muchas las industrias que patrocinan a equipos de ciclistas profesionales, donde influye la popularidad de las carreras más vistas, donde incluso hay personas que suelen apostar desde sitios como Betway, entre otros.

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A priori, los ciclistas profesionales son los mejores del mundo, aunque recuperando un poco la situación de algunos amateurs, que llegan a pagar por ser profesionales, esta afirmación queda en seria duda.

Sin embargo, es evidente que quedan fuera de cualquier duda los World Tour. Los corredores pertenecientes a los equipos World Team son los mejores ciclistas del mundo. Tienen un don para este deporte, una capacidad física brutal y unos contratos más que dignos en la mayoría de casos. Ciclistas como Tadej Pogacar, Julian Alaphilippe, Chris Froome, Geraint Thomas o Primoz Roglic figuran entre los ciclistas mejor pagados del mundo.

La situación es completamente distinta en el caso de las categorías Pro Team y Continental. Especialmente en esta última categoría la precariedad es máxima. Muy pocos ciclistas perciben un salario por dar pedales y la UCI debería empezar a regular todas estas movidas. Algunos ciclistas, supuestamente profesionales, llegan incluso a costearse los viajes a las carreras. Una situación que en otros deportes como el fútbol o el baloncesto sería absolutamente impensable.

La catalogación de profesional debería hacer referencia precisamente a una persona que vive de su oficio, así que un ciclista con licencia profesional debería poder vivir única y exclusivamente del ciclismo. Cualquier otra situación es poner en duda la categoría de profesional. Una regulación más precisa a nivel contractual por parte de las organizaciones internacionales del ciclismo es tan necesario como urgente.

Los ciclistas profesionales son aquellos que perciben una contraprestación económica por practicar ciclismo

Ciclista aficionado

Cerramos el tríptico con el ciclista aficionado. Aquel que no vive, ni tiene intención de vivir del ciclismo. Su trabajo y su profesión son otras así que únicamente tiene el ciclismo como un pasatiempo. El ciclista aficionado representa la gran parte del colectivo ciclista y es que la mayoría de personas no esperan, ni buscan, percibir un salario a cambio de sus salidas en bicicleta.

El ciclista aficionado puede ir desde el que sale una vez cada dos semanas, hasta el que solo sale los domingos, pasando por el ciclista que sale prácticamente a diario y participa habitualmente en marchas cicloturistas. El ciclista aficionado disfruta enormemente de este deporte y también aprovecha para recrearse en los bonitos paisajes que nos ofrece el ciclismo.

Aunque el ciclista amateur no perciba una cantidad de dinero y no esté en las posiciones cabeceras de carreras o marchas cicloturistas no impide que este quiera mejorar constantemente su estado de forma. El ciclista aficionado también puede sentir preocupación y tener motivación por progresar en este deporte.

Además, la recompensa para el ciclista aficionado es enorme y es que la progresión inicial que se consigue en este deporte es tremenda. Eso sí, llegará un punto en el que mejorar 20 vatios tu FTP te va a costar una barbaridad. La constancia y la disciplina te llevarán a mejorar salida tras salida.

Evidentemente, tanto el ciclista aficionado como el amateur o el profesional, pueden serlo de las diferentes disciplinas que integran el ciclismo. Carretera, MTB, Pista, descenso, ciclocross, BMX, Trial etc….

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Aleix Serra