Primoz Roglic se ha convertido en el tercer ciclista de la historia en ganar tres Vueltas a España de forma consecutiva.
Junto a Tomy Rominger y Roberto Heras es el único deportista que puede presumir de sumar tres entorchados correlativos. Una gesta todavía más meritoria si tenemos en cuenta que la primera de ellas llegó en su debut.
El idilio del esloveno con la ronda española es incuestionable. Deportivamente no ha tenido ningún rival capaz de tutearle seriamente, pero es que en lo extra deportivo la relación de Primoz Roglic con España es todavía más sorprendente.
El ciclista del Jumbo Visma se siente como en casa y esto se nota tanto en su forma de correr como en la de relación con la prensa y la afición.
Ni un mal gesto, ni una declaración fuera de sitio ni una polémica en 21 días. El esloveno se comporta como un señor y eso a la exigente afición española le encanta.
Primoz no tiene enemigos, pero no los tiene porque tampoco se los busca. Su equipo y él corren siempre con cabeza y lo hacen siempre con la victoria entre ceja y ceja.
El palo inesperado del Tour de 2020 fue tremendo y este año las caídas lastraron su participación en la ronda francesa.
Ante esta situación muchos se habrían lamentado durante semanas o incluso meses, pero Primoz Roglic, frio como de costumbre, decidió bajarse del Tour para preparar la contrarreloj de los Juegos Olimpicos y La Vuelta a España de 2021.
Bingo! Oro en Tokyo 2020 y un tercer trofeo por tierras españolas.
Es probable que Primoz se sienta más cómodo en la Vuelta a España que en el Tour de Francia por un tema de presión, pero también porque su conexión con la afición española es cada vez más buena.
Menos traslados que en el Tour, menos estrés, etapas más cortas y finales que le vienen como anillo al dedo. La Vuelta a España se ha convertido en una carrera hecha a medida para el ex saltador de esquí.
El gran dilema llega a partir de ahora. Tiene a una sola victoria el record histórico de Roberto Heras con 4 Vueltas a España. Un póker soñado que tiene perfectamente a su alcance pero que puede verse condicionado nuevamente por el Tour de Francia.
El maillot amarillo sigue siendo la obsesión de Jumbo Visma y de Roglic, pero todo hace pensar que tarde o temprano tendremos a Primoz Roglic de regreso a La Vuelta a España.
Su entrega es máxima, y a diferencia de muchos otros extranjeros que históricamente han venido a pasearse por España, Roglic está totalmente comprometido con la carrera. Un perfil muy similar al del ciclista suizo Tonny Rominger que también sentía una conexión especial con la Vuelta a España a principios de los 90.
¿Tendremos Póker en 2022? ¿Tendremos que esperar a 2023? Lo que parece difícil es que Primoz Roglic se quede “solo” con 3 vueltas a España.