Si alguien nos llega a decir que, en el tercer día de Tour de Francia, buena parte del pelotón estaría herido por culpa de caídas en etapas aparentemente tranquilas, pocos nos lo creeríamos. Y si, además, le añadimos a la ecuación nombres como el de Primoz Roglic, Geraint Thomas, Miguel Ángel López, Alejandro Valverde, Peter Sagan o Caleb Ewan, aún menos.
Es cierto que, en las primeras etapas de la Grande Boucle, es habitual ver algunas caídas por culpa de los nervios y del estrés inicial. Pero nada parecido a lo que ha acontecido en este inicio de Tour de Francia del 2021. Podríamos contar prácticamente con los dedos de las manos los corredores que no han tocado el suelo o que no han perdido tiempo por culpa de estos percances. De momento, el gran “beneficiado” ha sido el equipo Alpecin-Fenix. Doble victoria de etapa y maillot amarillo, gracias a los triunfos de Mathieu Van der Poel y Tim Merlier en su debut en la ronda francesa.
Pero como decíamos, uno de los primeros damnificados ha sido Primoz Roglic, favorito a la victoria final junto con Tadej Pogacar y Richard Carapaz. El esloveno, que tiene ganas de sacarse la espinita del Tour después de histórica contrarreloj del año pasado en la Planche des Belles Filles, se fue al suelo en la tercera etapa de esta edición. Fue a tan solo 10 kilómetros de meta, en un percance con el italiano Sonny Colbreilli, que después se disculpó en redes sociales por el gesto que le hizo a Roglic una vez en el suelo.
“No ha sido nuestro mejor día. Estoy cubierto de heridas de la cabeza a los pies. Ha sido un final estresante. No soy la persona adecuada para culpar a la organización de esto. Esta mala suerte no se puede calcular. Ahora se trata de superar las próximas jornadas. Seguiremos luchando por ello pase lo que pase”, comentó el propio Primoz Roglic después de la etapa.
Por suerte, el esloveno no se rompió nada y sigue en carrera, pero tiene toda la parte izquierda de su cuerpo llena de heridas. De hecho, el propio corredor ha subido una fotografía en sus redes sociales mostrando el estado en el que se ha tenido que subir a la bicicleta, antes de ponerse el maillot. Definitivamente, los ciclistas profesionales están hechos de otra pasta.
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