Los geles energéticos se han convertido en uno de los grandes aliados de los deportistas de resistencia y, en consecuencia, de los ciclistas. En la actualidad, la gran mayoría de los profesionales – por no decir todos – utilizan geles energéticos en los días de entrenamiento largos o en las competiciones. Una tendencia que también ha llegado al cicloturismo. En este sentido, los geles energéticos con cafeína gozan de una gran popularidad. Pero, ¿qué hay detrás de ellos?
¿Qué son los geles energéticos?
Vamos a empezar por el principio. Puede parecer una pregunta obvia, pero antes de entrar en materia debemos saber qué son los geles energéticos. Pues bien, los geles son un complemento alimenticio muy extendido en los deportes de resistencia.
En su mayoría, están compuestos mayoritariamente carbohidratos, por lo que aportan una dosis de energía necesaria en pruebas o entrenamientos de larga duración. También pueden contener añadidos como vitaminas o estimulantes, dónde encontraríamos la cafeína.
Pueden servir de ayuda en ejercicios de larga duración, distancias que no son naturales para el organismo, ya que son cómodos y fáciles de transportar porque no pesan y el tamaño es reducido. Además, son más rápidos de ingerir porque tienen una textura gelatinosa o incluso, algunos de ellos, líquidos.
Estos suplementos nutricionales nunca deben sustituir a la alimentación habitual y es importante conocer las particularidades de cada uno, para decantarse por aquél que más se ajuste a las necesidades de cada uno.
Los geles energéticos se consideran una ayuda ergogénica. Según la Federación Española de Medicina del Deporte (FEMEDE), las ayudas ergogénicas se definen como “la aplicación de cualquier método o maniobra (ya sea de tipo nutricional, físico, mecánico, psicológico o farmacológico) que se realiza con el fin de mejorar la capacidad de realizar un trabajo físico determinado o el rendimiento deportivo”. Esto no quiere decir que sean sustancias dopantes, ni mucho menos. No hay que confundirlo.
De hecho, hay diferentes grados de ayudas ergogénicas, en función de la evidencia científica que tienen. Encontramos las de grado A, B, C y D, según desarrolló el Instituto Australiano de Deportes en su día.
Como decíamos, algunos de estos geles, además de hidratos de carbono, también contienen cafeína. Pero, realmente, ¿qué aporta esta sustancia? ¿Es buena para el organismo? Lo analizamos a continuación.
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¿Qué es la cafeína?
La cafeína es una sustancia que podemos encontrar en las hojas, frutos y semillas de varias plantas comestibles. El té, el café, el cacao, el guaraná o las bebidas de cola son las principales fuentes de cafeína. Una sustancia que está aceptada socialmente y en todo el mundo, y que tiene un efecto estimulante del sistema nervioso central.
Deportivamente hablando, estamos hablando de una sustancia permitida. En 2004, fue retirada de la lista de sustancia prohibidas de la AMA-WADA. Por lo que los deportistas la pueden incluir en su dieta, siempre que cumplan los códigos.
Efectos de los geles con cafeína
Como explica a BICIO la experta en nutrición deportiva y consultora en salud, Rosa Maria Ricart, la cafeína es una “sustancia estimulante, diurética y el mayor riesgo es la acumulación, que puede resultar en una intoxicación que produciría deshidratación”. Por lo tanto, debemos tener en muy cuenta la cantidad de cafeína que admite nuestro cuerpo a la hora de escoger los geles.
Con todo, se ha demostrado científicamente que la cafeína puede ser una fuente útil y oportuna de energía y nutrientes en los deportistas. Eso sí, siempre que se use de acuerdo a un protocolo y en una situación concreta. De lo contrario, el rendimiento difícilmente mejorará.
Los efectos de los geles energéticos dependen de la cantidad, la sensibilidad de cada persona y de la acumulación de cafeína, asegura Ricart. Según exponen algunos estudios científicos, la dosis que rondan entre los 3 y 6 miligramos por kilo de peso, pueden tener efectos beneficiosos sobre el rendimiento. Es decir, si pesas unos 75 kilogramos, la dosis debería oscilar entre 225 y 450 miligramos como mucho y siempre de manera aproximada.
Un café, por ejemplo, tiene entre 60 y 140mg de cafeína, en función del tipo, mientras que los principales geles del mercado contienen entre 25 y 100mg. Por lo que es importante adecuar la dosis a cada persona y las condiciones físicas. Así pues, no todos los geles que se toman en una salida deberían contener cafeína y cada persona debe encontrar los suyos, si es que toleran la cafeína.
En el caso de ingerir demasiada cafeína con los geles, podríamos sufrir problemas de deshidratación, aumento del ritmo cardíaco, tensión arterial, sobreexcitación y problemas gástricos, por lo que reduciríamos considerablemente el rendimiento y tendría efectos negativos sobre nuestra salud.
En este sentido, Ricart recuerda que es muy importante tener en cuenta que los geles con cafeína “no dejan de ser excitantes y diuréticos, con un alto riesgo de deshidratación e intoxicación si no se lleva un control de la suma de todo tipo de alimento o sustancia que se ingiere con cafeína”. Y es que no solo hay cafeína en los geles.
¿Por qué el consumo de cafeína está extendido entre deportistas?
Hay múltiples factores que lo explican. Pero, según comenta Rosa María Ricart, “parece haber una relación directa entre la cantidad de proteínas que consumimos y la necesidad de estimulantes para contrarrestar los efectos de la utilización de las proteínas por el organismo”. Es decir, si uno tiene un consumo elevado de proteínas, la necesidad de consumir sustancias estimulantes también lo será. ¿El motivo? Compensar la disminución de energía que produce en el organismo el metabolismo de las mismas proteínas.
