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Lo que nos deja el pavé: de “fue una mierda” a “tuve que recolocarme el hombro”

Simon Clarke ganador ASO
Simon Clarke gana la etapa del pavé - Foto: ASO

Las etapas de pavé, sea cual sea la competición, no acostumbran a defraudar. Y la del Tour de Francia de este año no fue una excepción. Fue una jornada para el recuerdo con múltiples nombres propios y que tuvo de todo. Algunos saborearon la gloria y dieron un golpe sobre la mesa, mientras que otros sufrieron de todo e incluso, se fueron al suelo.

Simon Clarke, Tadej Pogacar, Primoz Roglic, Mathieu Van der Poel y Wout van Aert fueron las principales caras y cruces de un día quedará grabado en la memoria durante tiempo. Sus palabras después de la etapa no dejaron indiferentes a nadie. Unas declaraciones que merece la pena recuperar para darse cuenta de lo que pueden a llegar a marcar estos caminos adoquinados que tanta pasión levantan en el mundo del ciclismo.

Y es que pocas veces, después de una etapa de estas características, los corredores dejan tantos titulares como pasó en Arenbger después de la quinta jornada del Tour de Francia 2022, de 153 kilómetros.

Primoz Roglic

Primoz Roglic, uno de los grandes favoritos de este Tour, fue el gran damnificado del día. El esloveno sufrió una aparatosa caída y se dislocó el hombro. Por suerte, pudo continuar y llegar hasta meta, perdiendo dos minutos con Tadej Pogacar.

“Me alegro de haber podido continuar. Tuve que sentarme para recolocarme el hombro. Fue insoportable, pero sé cómo actuar en una situación así. Lo di todo en la persecución. No puedo culparme a mí mismo ni al equipo por ello. Espero recuperarme rápidamente de esto. Seguimos centrados en nuestros objetivos”, comentó Roglic. 

Wout Van Aert

Al gran Wout Van Aert le pasó de todo. Sufrió una caída, un susto con un coche, estuvo pendiente de todos sus compañeros e hizo, una vez más, un trabajo espectacular para cerrar el hueco entre el grupo de Jonas Vingegaard y de Tadej Pogacar, además de salvar el maillot amarillo. Desde fuera Van Aert volvió a ser un héroe, el ciclista que todo equipo quisiera tener, pero desde dentro él lo vivió de otra manera.

“Ha sido una mierda”, dijo una vez cruzada la meta. Y también añadió: “Fue un caos. Nos vimos obligados a luchar detrás. Estoy orgulloso del espíritu de lucha del equipo. No esperaba conservar el maillot amarillo. No pensaba en eso en la carretera. Christophe Laporte y yo nos quedamos con Jonas. Creo que hemos luchado razonablemente bien. Ha sido un auténtico thriller, pero no lo que esperábamos”.

Mathieu Van der Poel

Después del gran Giro de Italia que hizo, Mathieu Van der Poel lo está pagando y no está encontrando sensaciones en el Tour. El ciclista neerlandés es consciente de ello y en la etapa de pavé pasó totalmente desapercibido, también por culpa de alguna incidencia mecánica. Con todo, es sincero y no se esconde en reconocer que no está bien.

“En lugar de estar en la cima, estoy lejos de ser el mejor. Por ahora, solo soy una sombra de mí mismo y esto es frustrante. No sé cuál es la causa, me gustaría saberlo. Pero está claro que actualmente no puedo luchar al frente. En el pavé me di cuenta rápidamente de que las piernas no iban bien. Espero que llegue ese momento. De lo contrario, este Tour será muy largo”, señaló.

Y no solo eso. También se mostró crítico con sus actuaciones en las Grandes Vueltas: “Es solo mi tercera gran vuelta, el reciente Giro estuvo bien, pero tampoco genial. Hace tiempo que no alcanzo el nivel que quiero”.

Tadej Pogacar

El esloveno y principal aspirante a revalidar el maillot amarillo en París volvió a dejar claro que es el mejor ciclista de la actualidad. Se desenvolvió a las mil maravillas sobre el pavé en otra demostración de fuerza, colocación y control de la carrera. Un fuera de serie. 

Pogacar no podía esconder su felicidad. “Ha sido un buen día para mí, no he tenido mala suerte, me sentía bien en los pavés, en el final he estado fuerte y he podido dejar a los otros favoritos, he acelerado, me sentía bien”. Algo que lo motiva aún más: “Eso me da confianza, es un plus de motivación. Tengo buenas sensaciones físicas. Pero ahora tengo ganas de que llegue la montaña”.

Simon Clarke

Acabamos este repaso con el que, seguramente, fue el hombre más feliz en la llegada a Arenberg. El australiano Simon Clarke ganó la etapa en un sprint agónico con Taco van der Hoorn, en el que seguramente es el mayor triunfo de su carrera. 

Clarke se puso a llorar nada más cruzar la meta y no es para menos. En invierno no tenía equipo, tras la desaparición del World Tour del Qhubeka. Pero él siguió entrenando porque no se quería retirar a sus 35 años. Y fue cuando llegó el Israel-Premier Tech. El tiempo le ha dado la razón. Y de qué manera.

“Cuando pienso en eso [no tener equipo en invierno], no puedo por menos que emocionarme. Fue un invierno difícil, pero no bajé los brazos. Mantuve la esperanza, seguí trabajando y ahora solo puedo agradecer la confianza a mi actual equipo. He lanzado la bici durante 50 metros, el lanzamiento más largo de mi vida. Tenía tirones, no podía más. Aún no me lo creo”, señaló. 


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