La 118ª edición de la París Roubaix, después de más de dos años de espera por culpa de la pandemia, cumplió con las expectativas generadas. De hecho, las superó. La lluvia, la gran protagonista después de casi dos décadas de ausencia en la clásica de las clásicas, nos dejó imágenes para el recuerdo. Una carrera que dejó más que claro por qué lleva el sobrenombre de El infierno del norte.
El italiano Sonny Colbrelli del Bahrain Victorius consiguió la victoria en el velódromo de Roubaix, por delante del belga, de 22 años, Florian Vermeersch y de uno de los grandes favoritos y que dio más espectáculo, don Mathieu Van der Poel. Tres corredores que se jugaron la victoria al esprint después de una batalla épica llena de barro, lluvia, frío, adoquines, caídas… que hicieron la delicia de los espectadores.
Pero esta París Roubaix entrará en los libros de historia por las imágenes, icónicas, que nos ha dejado. Ciclistas que recuerdan a tiempos pasados, llenos de barro y prácticamente irreconocibles. Caras de sufrimiento, de extenuación y también de alguna que otra sonrisa.
A continuación, repasamos algunas de las mejores imágenes que nos ha brindado una de las pruebas más épicas que se recuerdan de la era del ciclismo moderno. Pocas veces es tan complicado escoger las mejores estampas y momentos que deja una prueba ciclista.