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La ley de los 3 kilómetros que salva a un favorito del Giro

Jai Hindley 3 km
Jai Hindley se salva gracias a la norma de los 3km - Foto: IG Jai Hindley

La famosa ley de los 3 kilómetros ha salvado de una buena a Jai Hindley, uno de los grandes aspirantes a llevarse este Giro de Italia 2022. De momento, el australiano es segundo en la clasificación general a tres segundos de Richard Carapaz. 

El corredor del Bora-Hansgrohe se ha llevado un buen susto cuando ha pinchado rueda a 2,5 kilómetros del final de la 18º etapa y ha tenido que cambiar de bicicleta. Esto lo ha dejado cortado y ha entrado a Treviso casi 1 minuto más tarde que el grupo de favoritos.

Esta vez, la distancia de seguridad le ha beneficiado y gracias a ella ha podido salvar el día. Cuando la organización del Giro ha revisado las imágenes, le han contabilizado el mismo tiempo que el grupo de Richard Carapaz porque antes de sufrir el pinchazo rodaba con ellos. Un buen susto.

Pero, ¿en qué consiste esta ley de los 3 kilómetros? Pues bien, el reglamento de la Unión Ciclista Internacional establece en el artículo 2.6.027 lo siguiente: 

En caso de incidente, debidamente constatado en los tres últimos kilómetros de una etapa en línea, el o los corredor(es) afectado(s) serán acreditados con el mismo tiempo del o de los corredores con los que se encontraba en el momento del incidente. Se le otorgará el puesto en el que realmente pase la línea de llegada. Se considera como incidente, cualquier circunstancia independiente de las capacidades físicas propias del ciclista (caída, problema mecánico, pinchazo) y su voluntad de permanecer con los corredores en cuya compañía viajaba en el momento del incidente. Los corredores implicados por un incidente deben ser inmediatamente conocidos por un comisario levantando la mano y presentándose a un comisario en la línea de meta. […] El presente artículo no es aplicable en caso de llegada en alto”.

Pero esta ley no está exenta de polémicas. En su día, Alberto Contador la criticó. Pidió que se aplicase a todos los ciclistas y no solo a aquellos que sufriesen algún accidente ya que eso obligaba a corredores que luchan por la general a pelear con los equipos de los sprinters al final de las etapas llanas. 

De hecho, el de Pinto se vio afectado por caídas en los últimos 3 kilómetros en las tres grandes vueltas por tener que disputar y apretar en los últimos tramos. Muchos recordarán aquél Tour de Francia y La Vuelta de 2016, en el equipo Tinkoff. Sprinters como Peter Sagan o Mark Cavendish también dijeron la suya sobre la norma, pero en su caso para poder afrontar un sprint “tranquilos” sin los equipos de la general. 

Una norma del 1937

Una norma, por cierto, que data del año 1937. En concreto, podemos decir que se inventó en la París-Niza de ese año, cuando el francés Roger Lapébie lo tenía todo de cara para ganar la prueba y se cayó justo en la entrada del Stade Vélodrome de Marsella. En aquella ocasión, los comisarios decidieron tomar los tiempos antes de entrar al estadio porque consideraron que el velódromo solo estaba ahí para decidir los finales de etapa, según explica el portal The Inner Ring. 

Años más tarde pasaría algo similar con Eddy Merckx. Fue en 2005 cuando se establecieron los 3 kilómetros actuales, ya que hasta entonces solo se contemplaban los últimos 1.000 metros.


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