Historias del mundial. España también tuvo a su Evenepoel

Publicado por
Aleix Serra
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Alejandro Valverde, Oscar Freire, Igor Astarloa, Abraham Olano…. Estoy convencido de que, si os preguntan por ciclistas españoles campeones del mundo, pocos muy pocos, vais a pronunciar el nombre de Miguel Morrás.

Cierto es que no fue campeón del mundo en categoría absoluta y que su éxito mundialista llegó en la categoría junior, pero tan cierto es esto como que Miguel Morrás apuntaba tremendamente alto.

Suyo fue el primer maillot arcoíris de la historia del ciclismo español. Lo consiguió en Quito el año 94, justo un año antes de que Abraham Olano y Miguel Induráin consiguieran un doblete histórico en la prueba en ruta y en la contrarreloj.

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En aquel mundial la selección española presentaba un bloque tremendamente potente. Pablo Lastras terminó décimo primero y Eladio Jimenez se colgó el bronce. Pero si alguien de ese combinado nacional rebosaba talento, ese era Miguel Morrás.

El navarro venía de arrasar en prácticamente todas las carreras disputadas y en el mundial no quiso desaprovechar la oportunidad de exhibirse ante todo el mundo. Se marchó cuando quiso y ganó de forma aplastante. Una verdadera gesta, con cierto parecido a la de Remco Evenepoel en el mundial junior de 2018.

España ya tenía su primer maillot arcoíris y muchos ya situaban al flamante campeón del mundo junior, como el nuevo Indurain.

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La realidad fue otra. Después de dar el salto al profesionalismo muy joven y de disputar unas pocas carreras, colgó la bicicleta.

Lo hizo sin apenas tener tiempo de adaptarse a la categoría. Lesiones y problemas en la rodilla le llevaron a tomar esa decisión.

Por entonces, al margen de los problemas físicos, la versión de los problemas psicológicos también tomó cierta consideración.

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Se hacía muy complicado de imaginar que un veinteañero que venía de ser campeón del mundo junior y de apuntar tanto, decidiera colgar la bicicleta.

Morrás, al igual que Evenepoel había dejado el futbol para ser ciclista y su progresión en unos pocos meses había sido extraordinaria. Pero tal y como se encendió la luz, también se apagó.

Morrás, al igual que Evenepoel había dejado el futbol para ser ciclista y su progresión en unos pocos meses había sido extraordinaria

Los años han pasado y muy poca gente recuerda la figura tremendamente talentosa de Miguel Morrás. Una de esas personas capaz de focalizar todas sus energías en un objetivo.

Su vida cambió, pero lo que no cambió fue su entrega. Se licenció en económicas, completó un máster financiero en una universidad de Londres y superó con éxito un más que exigente CFA en los Estados Unidos.

Ha trabajado en empresas tan prestigiosas como la desaparecida compañía Lehman Brothers y al igual que con el ciclismo, es tremendamente bueno en su trabajo. Morrás ha estado trabajando en los centros financieros más importantes del mundo y su prestigio dentro del sector es más que considerable.

Esta es la historia de Miguel Morrás. Un tipo que de adolescente fue campeón del mundo de ciclismo, que colgó la bicicleta antes de tiempo y que actualmente goza de un enorme prestigio en el mundo financiero.

Reinventarse o morir.

 

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Aleix Serra