El dolor de ciática o la ciática engloba varios síntomas de dolor que comienzan en la parte inferior de la espalda. Generalmente conlleva un dolor persistente en una nalga o una sola pierna, que se agudiza al sentarse y que puede ir acompañado de quemazón, hormigueo o sensación de debilidad. A veces también se siente un dolor punzante, tal y como explican en Spine-Health.
Dichos síntomas se producen por la irritación del nervio ciático mayor, el más grande de los nervios del cuerpo. Comienza en la parte inferior de la espalda, en el segmento lumbar L3, y va hasta la parte posterior de cada pierna. En cada una, el nervio se ramifica.
¿Cómo influye el ciclismo en la irritación del nervio? ¿Es compatible la actividad con el dolor de ciática? Despejamos algunas dudas a continuación.
A ciclistas aficionados y atletas profesionales les puede resultar muy familiar esta dolencia. De hecho, tal y como cuenta el medio especializado Sciatic Relief, hay un dolor ciático que afecta especialmente a ciclistas, y que se puede vincular con fuentes físicas y psicológicas.
El ciclismo conlleva largos periodos de tiempo sentado en el duro sillín de la bici, lo que implica presión en torno a las nalgas, el coxis y el nervio ciático. Más aún si los ciclistas mantienen una posición anormal del nervio dentro del músculo piriforme.
Permanecer sentado durante largos periodos es una acción que, por sí misma, puede producir agarrotamiento. Pero si se suma una actividad continua de piernas y torso, como sucede al hacer el piernas, el dolor puede resultar más severo.
A ello se suma el aspecto psicológico. Pasar mucho tiempo sobre la bici puede conllevar una respuesta defensiva del organismo a cualquier estímulo psicoemocional que perciba como una amenaza.
A pesar de lo anterior, es aventurado asegurar que el ciclismo y la ciática son incompatibles. Cualquier disciplina deportiva somete el cuerpo a esfuerzos y presiones, y expone determinadas zonas a un riesgo mayor o menor. Pero los beneficios lo contrarrestan con creces.
En esa línea se pronuncia el fisioterapueta Roberto Junquera a través del portal especializado FisioOnline. Analizando los problemas de espalda en general, explica que, en su mayoría, vienen derivados de la vida moderna. Y esta engloba factores de riesgo como la falta de ejercicio, la alimentación incorrecta y el estrés.
Hacer deporte puede contrarrestar esos tres factores, pues, además de ponerte en movimiento y salir del sedentarismo, ayuda a tolerar mejor los alimentos y te permite liberar estrés. Insistimos, pues, en que los beneficios superan ampliamente los supuestos perjuicios de la postura en bicicleta.
Por otra parte, para evitar esa incompatibilidad, el montador de bicicletas Tim Bochnowski explica a Cycling Utah qué se puede hacer para prevenir y aliviar el dolor:
El tratamiento de la ciática, generalmente, consiste en descansar, aplicar tratamientos de frío calor, tomar analgésicos y antiinflamatorios y hacer ejercicios de fisioterapia. Como alternativa, se suele hacer uso de la acupuntura y el yoga.
La ciática es una dolencia común entre la población general, y ciclistas aficionados y profesionales la experimentan con frecuencia. Lo que no significa que, si sueles usar la bici, vayas a experimentar irremediablemente dolor de ciática.
Esta dolencia no es incompatible con el ciclismo, dado que los beneficios de hacer deporte son siempre mayores que los riesgos. Muchas veces se trata solo de acometer hábitos de higiene postural sobre la bici y realizar los ajustes necesarios. Un estudio biomecánico puede resultar muy revelador y prevenir este y otros problemas de espalda.
Por las propias molestias o por prescripción médica, puede que tengas que dejar puntualmente la bici si padeces dolor ciático. Pero, una vez lo trates y remita, podrás volver a usar la bici.