Chaleco para ciclismo - Foto: Sundried
Muchas veces, cuando pensamos en prendas de ciclismo nos viene a la cabeza el maillot, el culotte, los guantes, la chaqueta de invierno… pero hay una prenda que la podríamos catalogar como una de las más polivalentes y versátiles de todas.
Estamos hablando del chaleco. Esa prenda sin mangas que todo ciclista debería tener en su armario porque nos puede sacar de un apuro en cualquier circunstancia.
De chalecos para ciclismo los hay de muchos tipos y para todas las épocas del año. Pero, en términos generales, es el comodín perfecto en esas épocas del año de entretiempo, donde no sabes cómo vestirte para no pasar mucho frío o calor encima de la bicicleta. Son perfectos para aquellas salidas donde el clima puede variar en cualquier momento.
A diferencias de la chaqueta, el chaleco es una prenda mucho más llevadera y menos voluminosa, por lo que la sensación de libertad de movimientos encima de la bicicleta será mayor, y más transpirable.
Los chalecos de ciclismo vienen en diferentes estilos, diseños y tamaños dependiendo del tipo de bici que se utilice, el clima y las necesidades personales. También son algo más económicos que las chaquetas, como por ejemplo estos chaleco Castelli, este Gore, este Spiuk o este Sundired.
Está confeccionados con un tejido transpirable y ligero y cuentan con tiras reflectantes para una mayor visibilidad, actúan de cortaviento y los más avanzados incorporan tecnología repelente al agua. Además suelen contar con varios bolsillos para almacenamiento.
El chaleco nos, además, protegerá del viento en la parte frontal y es una prenda que nos permitirá jugar en función del momento de la salida. Si estamos subiendo, se puede llevar abierto para tener más ventilación, mientras que en bajada, todo lo contrario. Incluso, podemos llegar a guardarlo en uno de los bolsillos del maillot porque ocupa muy poco espacio.