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El avance tecnológico, ¿puede acortar la carrera deportiva del ciclista?

AFP

La nómina de corredores que en los últimos tiempos se han convertido en estrellas de primera línea a los 21 años o antes es extensísima. Todos sabemos ya que la juventud manda. Pero algo que no se comenta es que, a su vez, la vida profesional de se puede ir acortando. Todo lo que creíamos saber sobre ciclismo de élite y edad está ahora en tela de juicio.

Sin duda, toda esta juventud han llegado para quedarse. En esta actual y masiva irrupción de precoces campeones existe un evidente y afortunado componente genético, junto con un importante matiz de ayuda tecnológica que ha precipitado las cosas.

Está en el ADN, la calidad y condición base, por supuesto, no todos los corredores rinden lo mismo. Pero es posible esa precoz y acelerada explosión que estamos viendo también por la riqueza de datos y ciencia a su disposición, con los niveles junior del deporte cada vez más profesionalizados.

En ciclismo, a día de hoy, el entrenamiento es muy semejante para un profesional o para chavales que están en juniors.  Cualquiera tiene acceso a medidores de potencia, múltiples variables a su disposición en tiempo real; pueden entender mejor lo que están haciendo y cómo pueden proyectarse.

Cuando no tenías todo esto, hace solo unos años, lo que hacías era pagar el obligado peaje durante las primeras dos o tres temporadas como amateur a punta de ensayo y error, viviendo esa experiencia por ti mismo. Trabajando con ritmo cardiaco y cadencia de pedaleo era lo más sofisticado, a eso se llamaba entrenar por sensaciones, aún hay corredores en el pelotón profesional que saben muy bien lo que significa eso.

Ciclismo y Big Data

Desde que se comenzó a trabajar con el Big Data, todo ha cambiado. Esos números te pueden indicar si un chico le puede permitir ganar un Tour de Francia, independientemente de la edad.

El ciclismo basado en datos es ya una realidad imperante. La tecnología en general, y el big data en particular, lo que permite es hacernos conocedores de todas las variables supercomplejas que hay en el deporte y que interactúan entre ellas.

La principal motivación para trabajar con big data en ciclismo lógicamente es sacar ventaja sobre los oponentes y poder vencerles, o de alguna forma manejar las circunstancias de carrera en beneficio del equipo que lo trabaja. Como sucede en el casino online, los datos son muy útiles sobre todo para analizar situaciones que han sucedido en competición y así determinar qué ciclista del equipo puede rendir a mayor intensidad y durante más tiempo, y de esa forma establecer los roles de cada corredor a diario y sacar partido al corredor al cien por cien sin sobrepasar sus límites.

Cada corredor lleva consigo una serie de sensores que recogen diferente información. Los principales son el potenciómetro, que se sitúa en la zona de los pedales de la bicicleta y mide la potencia en vatios, la cadencia, los ciclos de pedaleo, la fuerza que se ejerce sobre los pedales… La banda de frecuencia cardíaca, una cinta situada alrededor del pecho del ciclista, es otro sensor importante.

Estos sensores envían de manera inalámbrica toda la información a un dispositivo situado en el manillar, un pequeño ordenador que se conoce con el nombre de ciclocomputador. Este mismo dispositivo lleva incorporado un GPS que proporciona información adicional sobre el perfil del recorrido, desnivel, porcentaje de la subida… Cuando finaliza cada entrenamiento o cada etapa de una vuelta, el ciclista sincroniza todos los datos recogidos.

Información predictiva en ciclismo

Ciclocomputadores Garmin guía completa Edge
Los ciclocomputadores Garmin son una referencia en el mercado – Foto: S.Connellan

Una vez que los datos están exportados, comienza el trabajo de los técnicos. Teniendo en cuenta que en una etapa de una gran vuelta cada ciclista puede generar en torno a 144.000 datos, y que por tanto en una gran competición hablamos de unos 3 millones de registros por corredor, el trabajo no es sencillo.

Estos técnicos cargan todos esos datos dentro de una infraestructura de big data (Software) y es ahí donde empiezan a aplicar toda la analítica y generan una serie de gráficas.

El análisis de esta cantidad de datos aportara una información predictiva que la estimación llega a tener unos niveles increíbles de certeza, en resumen, estos datos te anticipan el futuro.

Este proceso y avance tecnológico ha supuesto una locura por encontrar a ese talento. Actualmente se agolpan un gran puñado de managers o directores de equipos profesionales de todo el mundo en carreras de la categoría Junior como Besaya o Itzulia en búsqueda del nuevo Pogacar.

Esto se llama detección del talento precoz, hay mucho interés en buscar rentabilidad y cambiar esa mentalidad, pero el corredor que no esté bien asesorado y que no tenga la mentalidad necesaria de madurez para soportar la presión deportiva lo pasará mal a título personal.

El calendario amateur es muy extenso, otorga numerosas oportunidades y tiempo de sobra para foguearse a todos los corredores. Por esto se mantiene la categoría sub’23 a ciclistas en edades muy similares a las de aquellos que luchan ya por todo un Tour de Francia. “Ahora se tiende, en líneas generales, a pasar directamente a profesionales a los juniors buenos. Y aquí, se debería de avanzar más lentamente. Los chavales van cuajando hasta que, en su tercera y cuarta temporada amateur, con 21 o 22 años, adquieren ya un buen nivel para dar el salto”.

Hay que cuidar, hay que formar y educar para que el día de mañana nos den muchas alegrías, porque mantener esos talentos años tras años es muy difícil.

A día de hoy Tadej Pogačar está siendo un campeón, impresiona su serenidad y su saber estar en carrera por encima de sus capacidades físicas. Se le ve con un aplomo y seguridad que en un chico de su edad no es comparable, la duda es su juventud, hacer madurar una pieza exquisita tempranamente se puede volver en contra, e igual acorta su carrera deportiva.

Cambio de paradigma

Puede que estos avances, de forma evidente estén sirviendo para que cada año salgan un puñado de “Bernales, Evenepoels y Pogacares” en el mundo y debuten ya con el nivel de los más laureados y experimentados.

Puede que, en efecto, los campeones cada vez sean más jóvenes, y los ciclistas mayores de 28 años, si la cosa sigue así, empiecen a parecernos una anomalía vintage al borde de la jubilación. Puede que el extendido mito de que los ciclistas solo maduraban y había que darles responsabilidades sobre los 27 o 28 años haya saltado por los aires.

“Es que, al final, parece ahora que, si tienes 20 años y no has pasado a profesionales, te estás haciendo viejo, cuando, en líneas generales, deberíamos de manejar otros tiempos”.

Quizás con toda esta automatización y robotización de los entrenamientos y carreras, de seguro continuarán ganando los súper dotados, y explotando más temprano gracias a ello. Sin embargo, cada vez se antoja más difícil hallar lugar para la épica, y premio para el heroísmo kamikaze. La espontaneidad y la improvisación en carrera por parte del corredor también se reducen a la mínima expresión.

El futuro, desde luego, ya no es lo que era. De momento sabemos solo el comienzo de la historia. Habrá que ver a la vuelta de 10 años si esta acelerada precocidad puede convertirse o no, en precipitada y anticipada decadencia también.

 


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