Un ciclista amateur amante de este deporte se preguntará en algún momento cómo ser profesional o dar un paso hacia adelante. Si se afana por batir sus propias marcas y disfruta de la actividad, tarde o temprano querrá pasar a otro nivel.
Pero, ¿es fácil llegar a ser ciclista profesional? Seamos sinceros: es muy difícil aunque todo dependerá del objetivo y de la determinación que se tenga para conseguirlo. Pero cabe hacerse otras preguntas antes, tanto para saber si ya has adquirido ciertas cualidades como para ser realista con lo que deseas.
Cómo saber si eres un buen ciclista
Si practicas el ciclismo aficionado, te invitamos a hacerte una serie de preguntas con las que sabrás si eres buen ciclista.
¿Te pones objetivos alcanzables?
El deseo de conseguir un objetivo mantiene tu motivación, da sentido a tu entrenamiento diario y propicia tu avance. Pero deben ser específicos y alcanzables, de lo contrario acabarían frustrándote. Mejorar tu velocidad, la cadencia, desarrollar los músculos del core… Son ejemplos de objetivos que, con buena planificación y los plazos adecuados, se pueden alcanzar.
¿Cuidas tu bici?
Mantener la bicicleta limpia, la transmisión lubricada, los frenos y llantas a punto o la presión óptima de neumáticos deben ser tareas habituales. También cambiar componentes como tornillos y tuercas, o incluso invertir en mejores piezas con las que ir componiendo una bici más competitiva.
¿Te cuidas a ti mismo?
Ejercicio físico, alimentación y descanso son los tres pilares del bienestar. Se supone que el primer capítulo lo cubres bien con tus entrenamientos, pero para el segundo necesitas informarte bien. Los errores de alimentación son frecuentes, en parte por la disparidad de opiniones.
Para cubrir el tercer capítulo, necesitas conocer detalles sobre el descanso activo, la recuperación activa y el descanso total. Te ayudará a la regeneración muscular y la prevención del dolor y las lesiones.
¿Eres buen compañero?
Aunque pedalees solo en la bici, debes entender el ciclismo como un deporte en equipo. Y, si no, es que te faltan muchas competiciones que ver. Desde la primera vez que sales con tu grupeta debes llevar disposición de aprender y aportar, y no de ir por libre. Es importante saber cómo rodar y dónde colocarte sin poner en riesgo al resto del grupo.
¿Pruebas cosas nuevas?
Una vez has eliminado viejos vicios y has pulido la técnica, no es tan fácil mejorar solo con entrenamiento. Quizás deberías plantearte adquirir nuevas habilidades probando otras disciplinas, como el MTB si eres de carretera. Te ayudará a controlar mejor la dirección, la frenada y el equilibrio, entre otras cosas.
¿Disfrutas?
Pasión es lo que necesitas para entrenar día tras día y superar posibles reveses como no alcanzar tus objetivos. Lo que se convierta en mera rutina y se sienta como obligación acabará convirtiéndose en tortura.
Recientemente, abordamos los principales diferencias entre un ciclista amateur, profesional y aficionado y nos preguntamos cuántos kilómetros hacen al año.
Cómo pasar de ciclista amateur a ciclista profesional
Sientes que disfrutas sobre la bici y te formas constantemente para saber cómo ser mejor ciclista. Podemos decir que estás en el camino, pero, ¿qué más necesitas para dar el salto definitivo y convertirte en profesional?
Cómo entrenar para ser un buen ciclista
Te adelantamos algo: por muchas ganas que tengas, es poco probable que avances hasta niveles razonablemente altos sin ayuda. Al menos, al principio.
- Entrena de manera intensa y periódica
Para ser ciclista profesional, debes partir de un mínimo de dos horas durante seis a la semana. Y no solo se trata de coger la bici, sino de trabajar la musculatura de piernas, troncos y brazos para fortalecer y optimizar esfuerzos. Tendrás que sumar una hora más cuatro días a la semana.
Aunque depende mucho de la persona y de la época del año en la que se encuentre, un ciclista profesional entrena entre 20 y 30 horas a la semana. En tu caso, eso implica tener un trabajo que resulte compatible con las altas horas de entrenamiento.
- Forma parte de alguna asociación o club ciclista
El contacto continuo con otras personas con las que compartes una afición común tiene muchas ventajas. Aprenderás sobre técnica de la mano de los miembros más experimentados, tendrás compañeros para participar en competiciones y eventos, obtendrás ayuda en ruta y fuera de esta e irás más seguro.
También podrás posicionar tu nombre entre ciertos círculos y te llegará información para participar en ciertos programas de desarrollo de escuelas especializadas, aunque están más enfocadas a los jóvenes.
- Participa en competiciones
Es el momento de sumergirte en el mundo de las carreras ciclistas profesionales. Tu club ciclista o tu entrenador personal te ofrecerán información actualizada sobre las carreras más interesantes y cómo participar. También te ayudarán con la planificación y con el establecimiento de objetivos realistas.
Para preparar las competiciones, las claves son las siguientes:
- Establecer objetivos y estrategias, siempre con cierta flexibilidad. Para ello, es fundamental conocer los tiempos de los que se parte.
- Entrenamiento adaptado. Hay que conocer las peculiaridades de la carrera para planificar un entrenamiento acorde, e incluso desarrollar una buena estrategia de alimentación.
- Trabajar el aspecto mental. Se necesita concentración, motivación y resistencia mental, por lo que el trabajo a nivel psicológico es importante. Los nervios y el agobio pueden jugar malas pasadas e impedir un desempeño ajustado a lo que se había planificado.
- Busca un entrenador personal
Un profesional o exprofesional será quien mejor te ayude a mejorar la técnica y los tiempos. Sabrá detectar tus fortalezas y potenciarlas, pero también tus debilidades para trabajarlas especialmente. También te dará consejos sobre alimentación y equipamiento, y te ayudará a sentirte más confiado tanto en los propios entrenamientos como en la competición.
El entrenador conocerá conceptos importantes como el umbral de potencia funcional o aplicar la tabla FTP de ciclismo. Es posible que no puedas asumir tus tarifas de manera permanente, pero contar con él/ella en la transición de amateur a algo más te proporcionará una formación muy valiosa.
Qué necesitas para convertirte en ciclista profesional
Un ciclista de élite necesita una planificación óptima en cuanto a entrenamiento, además de cualidades físicas y mentales. Pero no es lo único.
1. Una buena bicicleta
Una bicicleta de carreras profesional presentará un rendimiento que nada tiene que ver con la de un ciclista aficionado. Varían la longitud, la inclinación de potencia o los materiales para buscar la aerodinámica. Se usan también neumáticos tubulares, casetes que se limpian a conciencia después de cada entrenamiento e incluso cambios electrónicos que se deben renovar con frecuencia.
Hasta el más ínfimo detalle se adapta al ciclista. Por ejemplo, aunque las ruedas sean iguales en cada disciplina, cada corredor prefiere una presión. De hecho, el uso de dorsales y pegatinas no solo identifica a un ciclista en la competición, sino que ayuda a los mecánicos a tener presentes los cambios y el mantenimiento a ejecutar.
2. Equipamiento acorde
Además de la bici, que es la herramienta fundamental, los ciclistas llevan casco, maillot y culotte, gafas y guantes, portabidones y zapatillas adecuadas, como mínimo.
También se utilizan accesorios como los medidores de potencia y ciclocomputadores para controlar la energía que se utiliza y otros datos útiles.
3. Federarte
Para participar en carreras federadas, necesitas tener una licencia ciclista o estar federado. En España las expiden las federaciones autonómicas y depende de la Real Federación Española de Ciclismo.
Además de la posibilidad de participar en competiciones locales, autonómicas y nacionales, incluyen seguro de responsabilidad civil que cubre daños personales y materiales, seguro para cubrir gastos derivados de un accidente deportivo, asesoría gratuita a consultas jurídicas y el derecho a disfrute de promociones, descuentos y acuerdos especiales con empresas (hoteles, restaurantes, tiendas de material deportivo…).
4. Patrocinios
Los gastos de manutención, de mantenimiento y adquisición de equipos, las licencias, la participación en competiciones… Un ciclista, como cualquier otro deportista, tiene que asumir gastos constantemente. De hecho, el remanente que suele quedar tras hacerlo no es alto en muchos casos.
Los patrocinadores pueden proporcionar una asistencia financiera útil para ayudarte a solventar los costes, que suponen un obstáculo frecuente de entrada. Seguro que en tu club o federación pueden asesorarte y ayudarte.
Consejos finales para ser un buen ciclista
Conoces lo más importante, pero conviene recordar algunos consejos que se suelen olvidar:
- Mantén la forma. El ciclismo profesional implica adquirir un estilo de vida que no se olvida ni en vacaciones, para no sufrir retrocesos.
- Ten paciencia. Aunque hayas destacado a nivel aficionado, podría costarte hacerlo como profesional. Si tienes cualidades y determinación, tarde o temprano llegarán tus objetivos, así que no desistas.
- No te obsesiones. Sentimos decírtelo, pero es posible que nunca llegues a ser el mejor. Los resultados no deberían contar tanto como las experiencias que adquieras, por eso es tan importante saber disfrutar.
Lo cierto es que no basta con saber cómo ser un buen ciclista, también es una cuestión de valores personales que tienen que ver contigo y con el contexto en el que has crecido: empatía, disciplina, capacidad de sacrificio, etc. Son tan importantes como el entrenamiento.
