El hecho de que muchas personas se inicien en el mundo del ciclismo una vez superada la mayoría de edad tiene sus ventajas, pero también sus inconvenientes. Entre ellas la dificultad por rodar en grupo.
Las escuelas de ciclismo siguen teniendo un volumen relativamente bajo de alumnos si lo comparamos con el número total de licencias tramitadas.
A diferencia de lo que sucede en otros deportes como el fútbol, el baloncesto o el tenis, buena parte de los ciclistas empiezan a dar sus primeras pedaladas cuando por edad ya han superado ampliamente el rango estipulado para las categorías de formación.
Es cierto que nada tiene que ver el cicloturismo con la competición, pero atendiendo a que muchos cicloturistas entrenan y participan en marchas con una clara ambición de mejorar, creo que sería necesario que por lo menos se aprendiera a rodar en grupo.
Aunque pueda parecer que el ciclismo es un deporte meramente físico, conviene recordar que, en cadetes, juniors o Sub-23 es donde se trabaja más el aspecto técnico y táctico. Algo que resulta de vital importancia para saber colocarse, moverse o rodar dentro del gran grupo.
Estar en medio de un pelotón no es tan fácil como parece por televisión y por muy fuerte que estés, créeme que agradecerás unos rápidos consejos que no solo te permitirán ahorrar fuerzas, sino que además te ayudarán a rodar más tranquilo y relajado.
Los consejos para rodar en grupo que expongo a continuación son útiles tanto para la competición como para una marcha cicloturista o para los domingos en los que salgas con la grupeta.
Aprender a rodar en grupo
Distancia escasa pero prudencial
Si quieres aprovecharte de los beneficios aerodinámicos de rodar en pelotón, debes tener claro que es importante dejar el mínimo espacio con los compañeros que te preceden.
El espacio tiene que ser el mínimo, pero también el necesario. Es difícil de medir, pero a nivel visual debes poder apreciar cómo hay un cierto espacio entre su rueda trasera y tu rueda delantera.
Si vas demasiado pegado es probable que termines haciendo el temido afilador.
Eso sí, por desgracia el espacio nunca será lo suficientemente grande como para que puedas evitar una montonera. Debes empezar a asumir que rodar en grupo tiene estos peligros.
Velocidad constante y esfuerzo uniforme
Los primeros días que ruedes en pelotón estarás nervioso y constantemente estarás gastando energías inútilmente.
Tu prioridad es la de colocarte en una posición delantera del pelotón y tratar de mantenerla. Sobre el puesto 15 o 20 se podría considerar que tienes la posición ideal.
Sin embargo, conservarla es más un tema de experiencia, de cerrar huecos y de confianza que no de fuerza.
Evita arreones y céntrate en mantener un ritmo constante y un nivel de esfuerzo lo más estable posible. Los picos de vatios juegan en tu contra y todas estas energías que vayas gastando ya no las recuperarás.
Lo de mantener un nivel de esfuerzo constante es más difícil ya que al fin y al cabo también dependes del ritmo que impriman tus rivales. Los vatios pueden ayudarte a tener una referencia, pero en competición son bastante menos útiles que en un entrenamiento en solitario.
Mantener una línea recta
A menos que quieras convertir el evento en una sangrienta masacre, concéntrate en mantener una línea lo más uniforme posible.
Esto quiere decir que evites cambios de dirección repentinos o que en las bajadas mantengas una trazada clara y acorde a la velocidad que llevas en ese momento.
Dentro del pelotón los frenazos bruscos, los cambios repentinos de dirección o los arreones de un lado para otro de la carretera son lo más peligroso a la hora de provocar caídas.
Vista al frente y manos en el manillar
Por muy bien que te lo estés pasando no te olvides de que el ciclismo es un deporte de riesgo y que por lo tanto debes mantener siempre la concentración. Centra tu vista en la carretera, especialmente unos metros más adelante, para que puedas anticipar obstáculos y leer la curva antes de echarte encima de ella.
Puedes hablar con tus compañeros de grupo pero no hace falta que les mires a la cara. Tu atención debe centrarse en el asfalto, y cógete siempre del manillar. Puedes soltarte para guardar algo en el maillot, abrir una barrita o sacarte los manguitos, pero rápidamente deberás volver a colocarlas en el manillar. Con un buen nivel de atención se pueden evitar muchas caídas.
Atento a la señalización
A no ser que tengas enemigos dentro del pelotón todo el mundo debería señalizar los diferentes obstáculos que pueden aparecer en el camino. Una isleta, una rotonda, un semáforo….
Todas estas situaciones se deberían indicar con antelación y el que abre camino debería advertir a los ciclistas que lleva detrás.
Es importante que estés atento a los movimientos y a los posibles gestos de los ciclistas que te preceden.
Cuanto más alta es la velocidad, menor es el margen de reacción, así que la concentración es muy importante para evitar caídas.
Interpreta la dirección del viento
Seguro que has oído hablar de los conceptos de rebufo y abanicos. Pues bien, los dos están directamente relacionados con la intensidad del viento.
Si sopla viento lateral, no vas bien colocado o se empieza a abrir gas, es muy probable que te quedes cortado sin poder hacer absolutamente nada.
Con los años de experiencia aprenderás a leer la carrera, a interpretar la dirección del viento y por consiguiente a anticiparte a determinadas situaciones peligrosas.
Respeta la normativa de circulación
A menos que estés compitiendo con tráfico cerrado, es importante que respetes todas las normas de seguridad vial. Detente en los semáforos, respeta la prioridad de paso en los cruces y en definitiva haz exactamente los mismo que harías si llevaras un vehículo con motor. Si nos quejamos que sea siempre con motivos y dando un buen ejemplo.
