Pocos deportes exigen tantas horas de entrenamiento y descanso como el ciclismo. Las brutales cargas de entrenamiento dificultan y mucho que los ciclistas puedan llevar una vida paralela a la práctica del deporte profesional.
En el pelotón es cierto que nos encontramos con todo tipo de situaciones. Desde aquellos ciclistas que dedican todo su tiempo libre a pasarlo en familia o a otro tipo de aficiones, hasta aquellos que invierten en un negocio o apuestan por la formación educativa.
Dentro de este último grupo nos encontramos con un ciclista que probablemente sobresale por encima del resto. Guillaume Martin, ciclista del equipo Cofidis, que algunos conocerán por ganar el maillot de la montaña en la pasada Vuelta a España o por rozar el Top 10 en el Tour de Francia, es un rara avis dentro del pelotón.
El francés de 27 años es una de esas personas a la que la vida ha terminado premiando su perseverancia y su constancia.
En categorías inferiores siempre desatacó, pero nunca fue el mejor y cuando parecía que las puertas del World Tour se cerrarían definitivamente, 3 sobresalientes y regulares campañas con el equipo Wanty le valieron para conseguir un buen contrato de la mano de Cofidis. Equipo galo con el que este 2021 afronta su segunda temporada.
Guillaume siempre se mantuvo cauto, tranquilo, sabedor de que la oportunidad terminaría llegando. Unos valores y un temple que probablemente adquirió gracias a su otra gran pasión. La filosofía.
A diferencia de otros compañeros de pelotón, nuestro protagonista nunca dejó de lado los estudios. Sentía una gran pasión por la Filosofia y todo lo que rodea el mundo de la reflexión.
Tal es así que se licenció en Filosofia para posteriormente presentar una tesis doctoral titulada “Renovar el deporte moderno”.
Un currículum académico y formativo del que se siente tremendamente orgulloso y es que la cosa no es para menos.
Además, el buen escalador francés ya ha escrito crónicas para periódicos tan importantes como Le Monde y una pieza teatral titulada “Platon vs Platoche”.
Pero es que la ambición extra deportiva y su pasión filosófica no termina ni mucho menos aquí. Entre etapa y etapa ha tenido tiempo para escribir un libro titulado “ Sócrates en bicicleta. El Tour de Francia de los filósofos”.
Un auténtico intelectual que se encuentra tremendamente cómodo entre estos dos universos paralelos. El ciclismo y la filosofía.