Llevar el sistema de transmisión de nuestra bicicleta perfectamente lubricado es fundamental no solo para maximizar nuestro rendimiento deportivo, sino también para alargar la vida de los diferentes componentes de la bicicleta. Como veremos más adelante, la cera lubricante ya es la opción preferida de la mayoria de ciclistas.
La mayoría de deportistas descuidan completamente este tema y es que si a veces ya resulta complicado encontrar tiempo para poder entrenar, lo de limpiar y engrasar la bicicleta termina quedando siempre en el inalcanzable cajón de los temas pendientes.
Una bicicleta lubricada y perfectamente engrasada es más rápida, más fiable y más segura.
¿Dicho así, a lo mejor sí que es importante dedicar periódicamente cierto tiempo a estas tareas de mantenimiento no?
La tendencia del mercado va claramente hacia la cera lubricante. Los aceites, que acostumbran a ser más pegajosos y sucios, tienen cada vez menos relevancia en el mantenimiento de la bicicleta.
Sobre el papel, la cera lubricante atrae algo menos a las partículas de suciedad.
Su durabilidad, para una sola aplicación, es menor que la del aceite pero su sistema de lubricado es mucho más limpio tanto para la bicicleta como para tus manos (algo que siempre se agradece).
Una bicicleta lubricada y perfectamente engrasada es más rápida, más fiable y más segura.
En este sentido, conviene recordar que para engrasar primero hay que desengrasar y es que varios son los ciclistas que cometen el error de ir lubricando constantemente sobre la capa anterior.
Es muy importante tener la cadena y la transmisión limpia antes de empezar a lubricar. En este aspecto te recomiendo el uso de un buen desengrasante.
Cuidado con la cantidad de cera que le aplicas a tu cadena. Aquí lo más importante es ser constante. Olvídate de meterle tres veces más de cantidad porque llevas 1 mes sin engrasar. Lo fundamental es que tu cadena siempre este lubricada y que en tus salidas la transmisión sufra lo mínimo posible.
Lo ideal es que también prestes atención a la meteorología. Tu cadena y tu transmisión no van a requerir de los mismos cuidados en un día soleado de primavera, que en una salida invernal con “sterrato” de por medio.
El desgaste es completamente distinto y antes estas circunstancias varias marcas de aceites, ceras y desengrasantes ya ofrecen productos exclusivos para determinadas circunstancias. Los propios fabricantes ofrecen detalles y en la ficha técnica de cada cera lubricante nos indicarán su uso más adecuado. Algunas ceras son más adecuadas para terreno seco, mientras que otras están más pensadas para cubrir las necesidades de la bicicleta en terreno más húmedo. Es importante prestar atención a este tipo de detalles.