Beneficios de combinar ciclismo de carretera y MTB

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BICIO
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Combinar. Según el diccionario de la RAE, unir cosas diversas, de manera que formen un compuesto o agregado. Quizás os preguntaréis por qué esta definición aquí… pero tiene su sentido en un artículo en el que vamos a hablar, precisamente, de los beneficios que tiene combinar el ciclismo de carretera y el Mountain Bike. Unir estas dos disciplinas de manera que formen un compuesto en nuestro día a día encima de la bicicleta.

Y es que la combinación de la carretera y del MTB tiene muchos más beneficios de los que podamos pensar. Cada vez es más habitual en el ciclismo profesional ver a ciclistas que combinan las dos disciplinas a la perfección. Por ejemplo, el actual campeón olímpico de Mountain Bike y ciclista del INEOS, Tom Pidcock, o el más que conocido, Mathieu Van der Poel. Pero más allá de estos fuera de serie, alternar carretera y ciclismo de montaña es más que recomendable para todo aficionado al ciclista, si cuenta con estos dos tipos de bicicleta en casa.

El ciclismo de carretera nos aporta beneficios que con el MTB son más difíciles de conseguir y viceversa. En general, en la carretera podemos trabajar mejor la resistencia aeróbica, con salidas más largas y menos explosivas. En cambio, el MTB es más explosivo y requiere de algo más de técnica que después podemos aplicar en carretera.

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Así pues, llegados a este punto y hechas las presentaciones, vamos a repasar punto por punto algunos de los beneficios más extendidos de combinar el ciclismo de carretera y el Mountain Bike.

Trabajo complementario

La bicicleta de carretera y la de Mountain Bike son herramientas complementarias. Por lo que, si las combinamos, adquiriremos mejores resultados en distintos aspectos del ciclismo. 

Por un lado, la bicicleta de carretera nos permitirá trabajar la resistencia aeróbica, el fondo, ejercitarnos en subidas más prolongadas y tendidas, así como ganar fuerza de piernas rodando en llano. Además, mentalmente, también nos ayudará a estar largas jornadas encima de la bicicleta que nos serán de mucha utilidad en días largos de Mountain Bike. 

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Mientras tanto, en la montaña, los senderos, las cuestas más empinadas, las trialeras, los terrenos rotos nos exigirán más explosividad en el pedaleo y también una técnica más desarrollada en cuanto al equilibrio y a la fuerza brazos. Por ello, trabajar el fondo en Mountain Bike, si no es por pistas o incluso, en la misma carretera, resulta más complicado porque estamos parando y arrancando de forma más habitual.

No existe una proporción ideal y un porcentaje de uso de una y otra. En este punto, entran las sensaciones y las preferencias de cada uno.

Jugar con distintos desarrollos

Las bicicletas de carretera tienen unos desarrollos más amplios y duros que los de Mountain Bike. Habitualmente, en carretera tenemos dos platos, el pequeño y el grande, y una piñonera que nos permiten generar una mayor potencia. En llano, por ejemplo, se pueden hacer un buen trabajo de piernas, además de trabajar mejor la cadencia de pedaleo.

En cambio, en el Mountain Bike, el sistema monoplano, cada vez más extendido, hace que los desarrollos se reduzcan y que no podamos jugar con cadencias de pedaleo tan constantes.

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Trabajar la potencia

Combinar el ciclismo de carretera y el Mountain Bike nos permite trabajar de distinta forma la potencia. En el monte, donde los perfiles de los recorridos son algo más empinados, es más sencillo y natural trabajar la explosividad y la potencia de piernas. En este sentido, los brazos y el tronco también juegan un papel fundamental, por lo que el trabajo de core y fuerza se hace muy necesario.

Por ello, cuando salimos en bicicleta de montaña durante un tiempo prolongado, por ejemplo 3-4 horas, sentimos más sensación de fatiga que si hubiésemos hecho un terreno parecido por carretera. En cambio, en la carretera nos es más sencillo controlar la intensidad del entrenamiento y mantenerse un tiempo en ella.

La técnica

La técnica en carretera y en montaña no tienen nada que ver. Para empezar, las geometrías de las bicicletas y la disposición del ciclista, es totalmente distinta. El día y la noche. De hecho, hay expertos en biomecánica que te llegan a decir que los consideran deportes diferentes e independientes. 

En el Mountain Bike la técnica juega un papel más decisivo tanto subiendo como bajando. Las piedras, el barro, las raíces, los senderos estrechos, las ramas de los árboles… son constantes obstáculos con los que nos encontramos y tenemos que superar con habilidad. Algo que pasa menos en carretera, que tiene su propia técnica, aunque algo menos “complicada” a niveles cicloturistas.

En este sentido, tan importante es trabajar el fondo, en bicicleta de carretera, como la técnica en bicicleta de montaña. Las habilidades que consigamos en MTB, además, nos servirán también en carretera. No serán los mismos movimientos y gestos, porque la posición en la bicicleta es diferente, pero sí que nos darán una seguridad, un manejo de la bicicleta y un saber hacer básicos para afrontar tanto subidas, como bajadas y pequeños obstáculos que nos podamos encontrar por el camino.

Nuevas maneras de rodar

No tiene nada que ver rodar en bicicleta de carretera que de montaña. Las sensaciones son totalmente distintas. Por ejemplo, alguien que no haya rodado nunca en grupo o en pelotón por la carretera, tardará unos días en acostumbrarse ya que en Mountain Bike dejar una distancia de seguridad con el de delante, sobre todo en las bajadas, es básico. 

Además, la sensación de viento en la cara y de aprovechar el trabajo del compañero que va delante, es mucho mayor en carretera que en MTB. Del mismo modo, no tiene nada que ver la sensación de velocidad que se consigue en la carretera, que en la montaña. En carretera se puede llegar a velocidades impensables con una bicicleta de Mountain Bike. 

Alargar la vida de los componentes

Si tenemos dos bicicletas en casa, las cuidamos y las vamos combinando… sus componentes tendrán una mayor duración. Es cierto que en carretera, acostumbran a durar algo más ya que sufren menos impactos y desgaste. En cambio, en Mountain Bike son sometidos a un mayor estrés porque los golpes, saltos y el polvo/barro son una constante. Por lo que el mantenimiento resulta fundamental. 

De esta forma, si vamos cambiado de bicicleta de forma semanal, por ejemplo, podremos alargar la vida de los componentes porque sufrirán menos desgaste que si salimos tan solo con una. Es algo muy básico, pero que funciona. 

Liberar la mente y desconectar

El hecho de combinar ciclismo de carretera y MTB también tiene un beneficio para nuestra mente y rutinas. Nos permite no caer en la monotonía de salir siempre con la misma bicicleta y hacer las mismas rutas. Alternar las dos disciplinas nos aporta estímulos distintos y nuevos, que nos ofrecen un gran juego y evitan que podamos llegar a aburrir una de ellas.

Además, también es posible descubrir muchos más lugares y sitios tanto cerca de casa, como cuando viajamos por el mundo. Las posibilidades son infinitas y las carreteras y senderos, inacabables. 

En definitiva, es muy recomendable combinar el ciclismo de carretera y el Mountain Bike si queremos mejorar en rendimiento en todos los aspectos del ciclismo y disfrutar encima de la bicicleta en todos sus estados.

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Ver comentarios

  • Muy interesante explicación, yo tengo 2 bicicleta, carretera y moatin biket, sulo entrenar con las dos. La carretera es para hacer fondo, y la de montaña para fuerza y resistencia en subida. Me llamaban CACAITO EL REY DE LAMONTAÑA. mi experiancia, no es lo mismo hacer carretera con su bicicleta de carretera, que hacer carretera con bicicleta Mountain de montaña por carretera.

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