Cada año irrumpen nuevos nombres que pasan a codearse con los mejores ciclistas del mundo. ¿Quiénes protagonizarán en 2023 estas apariciones fulgurantes? Quizás no hablamos de corredores que pasen del casi anonimato a ganar el Tour de Francia, pero sí de revelaciones en la medida que el año pasado lo fueron Girmay, De Lie, Wright o Quinten Hermans.
En definitiva, un puñado de jóvenes que en los próximos meses pueden multiplicar su cotización. Algunos ya tienen algo de nombre, pero la mayoría todavía suenan poco al aficionado medio. Por escaso tiempo.
Los presentamos en orden alfabético:
Jonathan Milan. Bahrain Victorious. 22 años.
Con 1’94m y 84kg, su morfología parece más propia de otro deporte. Con bagaje ya de primera línea en la pista, a finales de 2022 dio sus primeras pinceladas serias en la carretera. Buenos puestos en llegadas más o menos masivas en Polonia y Alemania y, sobre todo, dos victorias y protagonismo en Croacia. Apunta a sprinter y a algo más: no se queda a la primera rampa, puede hacer muy buenas contrarrelojes, pero también habrá que verlo en pruebas tipo Paris-Roubaix.
Paul Penhoët. Groupama-FDJ. 21 años
Otro corredor rápido, pero en este caso de constitución mucho más menuda. Un producto de la fértil cantera de Groupama-FDJ, cuyo filial ha generado decenas de corredores que han dado el salto a equipos de primer nivel en los últimos años. Se habla bastante de sus compañeros Grégoire y Martinez, pero por su perfil es posible que él se cuele en tantos o más puestos cabeceros esta primera temporada completa en la élite.
Andrea Piccolo. EF Education-EasyPost. 21 años
Tras el cierre obligado de Gazprom a causa de la guerra, el italiano halló acomodo en el Drone-Hopper de Gianni Savio. Fueron solo unas semanas antes que EF Education-EasyPost le echara el lazo. De agosto a octubre tuvo tiempo para demostrar que el talento del que venía avisando desde categorías inferiores seguía allí y estaba despertándose. De momento ha destacado sobre todo en perfiles de media montaña, pero aún es pronto para descartarle como corredor de generales.
Luke Plapp. INEOS Grenadiers. 22 años
Uno de los corredores más consolidados de esta lista. Doble campeón nacional en línea y enrolado en un equipo de la envergadura de INEOS. Tras un 2022 con pinceladas puntuales de gran calidad, este año puede dar un paso (o más) adelante: está en una plantilla llena de talento, pero en la jerarquía hay los huecos que dejan las bajas de Carapaz, Adam Yates o Porte. Un corredor que apunta a completo como él debe aspirar a ocuparlos.
Einer Rubio. Movistar Team. 24 años
Quizás sorprenda la presencia del colombiano en esta selección, pero es una apuesta argumentada. Su temporada pasada puede llevar a engaño si no se tiene en cuenta los problemas físicos que sufrió en la parte intermedia. Tras hacer un buen Tour de Romandia no se le volvió a ver hasta el tramo final, donde mostró estar recuperado y entonado. Un buen inicio en la inminente Vuelta a San Juan le daría moral para ser una pieza importante para el equipo.
Quinn Simmons. Trek – Segafredo. 21 años
¿Recuerdan el caso de Mohoric? Pasó a profesionales jovencísimo, con el cartel de estrella en ciernes, y le costó unas temporadas acabar de romper. Algo así esperamos del estadounidense a no mucho tardar. El año pasado, su primer Tour fue un derroche de fuerzas y coraje, y parece que ya ha aprendido la lección: hay que seleccionar los momentos en los que apostar a fondo, el depósito no es infinito. Si da ese paso a correr con más cabeza, le vemos dando más de un susto en plazas importantes.
Corbin Strong. Israel – Premier Tech. 22 años
Más allá de las bromas que se puedan hacer con su apellido, aquí hay un muy buen proyecto de clasicómano y cazaetapas. Rápido, con punch para arriba en puertos no muy largos, hábil en casi todos los terrenos… El año pasado fue la mejor esperanza de futuro salida de la plantilla de Israel, llena de veteranos y poco dada a la irrupción de nuevos valores. Esta temporada ya tendrá galones en un puñado de carreras empezando por el calendario australiano ya en marcha.
Gleb Syritsa. Astana Qazaqstan Team. 22 años
Hace pocos meses andaba exhibiéndose en el calendario amateur español, enrolado en el CC Catalunya-Barcelona. El pasado verano Astana lo pescó y tuvo tiempo de hacer seis top5 de etapa, con una victoria en Langkawi incluida. Velocista muy musculado, todo apunta a que todavía tiene bastante para afinar en el seno de una plantilla totalmente profesionalizada. Su equipo se acaba de reforzar con Cavendish, así que habrá que preguntarse si cuentan con él como lanzador. En cualquier caso, también debería gozar de calendario paralelo para sí mismo.
Milan Vader. Jumbo – Visma. 26 años
Hay expectativas con el más veterano de esta lista porqué es alguien en su segundo año de profesional tras estar centrado en el mountain bike (bronce en el europeo de cross-country de 2019). Si además le sumamos que en abril, en la Itzulia, tuvo una gravísima caída que le dejó sin competir hasta octubre, entendemos que merece una nueva oportunidad. Y es que el neerlandés tiene mimbres para convertirse en un gran gregario para pruebas con desnivel. Y decimos gregario porque corre en un equipo con líderes solidísimos.
Casper Van Uden. Team DSM. 21 años
La estructura de Iwan Spekenbrink es de las modestas del WT. Cada año acostumbra a perder corredores que despuntan, pero siempre se las apañan para sacar nuevos ciclistas jóvenes de calidad. Uno de los que puede asomar con cierta rotundidad ya esta temporada es este velocista neerlandés. Sus pasos en categorías inferiores son firmes y seguros y parece que en cualquier momento pasará a ser un habitual en las primeras posiciones de las pruebas llanas. Algo nos dice además que puede ser más que válido para ciertos tipos de pruebas de un día.
